QUE LOS HONGOS NO LLEGUEN A LA CERVEZA
Conocer los umbrales de daño económico es clave para mantener a la cebada a salvo de enfermedades como manchas foliares y Ramularia.
poras para caracterizar la población de patógenos en el campo resulta imposible en forma práctica.
De esta forma, en fitopatología y muy especialmente para enfermedades de difícil predicción, resulta necesario aceptar un nivel de daño (manchas o fructificaciones) para tener certeza de la presencia de la población del patógeno en el campo. Estos niveles de enfermedad son los denominados umbrales de daño económico y de acción (UDE; UDA), que no son más que el máximo nivel de enfermedad económicamente tolerable en los lotes y que nos ofrecen la certeza de la presencia de la epidemia.
Estos umbrales son lo suficientemente bajos como para fortalecer y aprovechar las principales acciones de un fungicida: las acciones preventiva y curativa, y para frenar la alta tasa de multiplicación del patógeno que se registra en los comienzos de una epidemia.
De acuerdo con los precios y costos actuales para el cultivo de cebada, los umbrales de acción sugeridos para el manejo químico de las enfermedades de la cebada son: para las Royas: 5% de incidencia foliar desde macollaje en adelante, para cultivares susceptibles; y para Manchas (Mancha en Red, Mancha Borrosa y Escaldadura): 22-32% de incidencia foliar desde macollaje en adelante.
Control químico del Salpicado necrótico o Ramulariosis
El Salpicado necrótico o Ramulariosis se trata de una enfermedad particular y de muy difícil diagnóstico, y por ello se necesita de un programa de control químico especial, vinculado además con el con- trol del resto de las manchas foliares de la cebada.
Se trata de un hongo endófito que no muestra síntomas evidentes durante su infección, por lo que no puede elaborarse un umbral tal como ocurre con el resto de las manchas. Sus síntomas pueden confundirse con deficiencias de nutrientes (Mg, K) o exceso de boro, e incluso con otras manchas foliares, como por ejemplo la Mancha en Red y la Mancha Borrosa o con manchas fisiológicas.
La mejor manera de detectarla a tiempo es realizar un test de diagnóstico desde macollaje. El momento ideal de aplicación dependerá de: el estado fenológico al momento de la detección del patógeno dentro de la planta, la variedad sembrada, la presión de inóculo presente en la región y en los lotes en cuestión y especialmente de las condiciones ambientales. Se debe evitar que la enfermedad avance hacia las hojas superiores.
Las experiencias europeas y de América del Sur muestran que aplicaciones desde encañazón pue-