CULTIVOS PROTEGIDOS DESDE EL COMIENZO
El tratamiento de semillas es una herramienta cada vez más utilizada para proteger a las plantas de los patógenos presentes en los lotes.
De acuerdo con el comité de medio ambiente y tratamiento de semillas de la Federación Internacional de Semillas, “el tratamiento de semillas es la aplicación de técnicas y agentes biológicos, físicos y químicos que proveen a la semilla y a la planta protección frente al ataque de insectos y enfermedades transmisibles por semilla, así como frente a aquellas que atacan en etapas tempranas del cultivo y que provocan consecuencias devastadoras en la producción de los cultivos cuando no son controladas.
Los productos para el tratamiento de semillas y su uso han jugado un rol significativo en la historia de la humanidad y en la capacidad de desterrar el hambre y promover el establecimiento de cultivos sanos y con mayores rendimientos”. Los principales objetivos del tratamiento de semilla con fungicida son: controlar los patógenos vehiculizados por la semilla, proteger a la misma del ataque de hongos de suelo, de patógenos de cultivo y
LAS SEMILLAS INFECTADAS POR PATOGENOS SON UNA VIA DE ENTRADA DE ENFERMEDADES EN LOS PAISES O CAMPOS
garantizar el vigor y establecimiento de las plántulas. Las semillas infectadas por patógenos son una vía muy eficiente para la introducción de enfermedades en países o campos donde antes no existían.
A través del tratamiento de semillas se busca evitar la introducción de aquellos patógenos que se transmitan por semillas. También la posibilidad de diseminación de nuevas razas de patógenos por la semilla infectada justifica el tratamiento químico, especialmente para el intercambio internacional. Es una medida que complementa necesariamente a la rotación de cultivos.
La semilla de soja durante su germinación puede ser atacada por hongos habitantes del suelo o por los que son llevados por la semilla. Además de los síntomas de pudrición de semilla, tizón y/o muerte de plántulas, en muchas ocasiones el ataque puede ser visualizado como manchas o lesiones en cotiledones, radícula o hipocótile.
Una gran proporción de patógenos pueden ser transportados por semilla, sobrevivir con ella por largos períodos y ser introducidos en campos o países. La semilla, por lo tanto, está directamente relacionada en la continuidad del ciclo biológico de los patógenos de una generación a otra del hospedante.
La infección de la semilla puede provenir del lote, transporte o almacenamiento de semillas. Los principales hongos y pseudohongos de semilla de soja son Alternaria spp., Aspergillus spp., Cercospora kikuchii, Colletotrichum spp., Fusarium semitectum, F. graminearum, Peronospora manshurica, Phomopsis sojae, y Penicillium spp. Un aspecto muy importante para destacar es que la mayoría de los hongos causantes de las enfermedades de fin de ciclo están presentes en las semillas y pueden transmitirse desde el grano a los órganos aéreos.
Los hongos Aspergillus, Penici- llium, algunas especies de Fusarium y también Rhizopus, son considerados patógenos de almacenamiento. La frecuencia e intensidad de los hongos patógenos en semilla de soja dependerá fundamentalmente de la cantidad de inóculo presente en el rastrojo o del existente en las propias plantas del cultivo, y de las condiciones ambientales que se presenten espe- cialmente durante la reproducción del cultivo.
Además de los patógenos de semilla, es necesario destacar la importancia de los hongos y pseudohongos de suelo .Un gran número de hongos involucrados con la pudrición y tizón de plántulas y pudrición de raíz también están presentes en el suelo. Los patógenos habitantes del suelo de mayor predominancia en el suelo pertenecen a los géneros Fusarium, Macrophomina, Pythium, Phytophothora, Rhizoctonia, Sclerotinia. De manera general, pueden provocar daños tales como la muerte o pudrición de semillas y /o plántulas, muerte de planta adulta, pudrición de raíces. Como resultado se afectara la densidad de plantas, y los principales componentes de rendimiento número de granos y peso de semillas).
Las prácticas de control químico en semilla, rotación de cultivos, usos de variedades resistentes o tolerantes, uso de semilla de sanidad certificada, equilibrio nutricional, se incluyen entre otras medidas, en una estrategia de manejo integrado para este grupo de patógenos.