AHORA, A CUIDARSE DE LOS RASTROJOS TRAICIONEROS
En la salida de un invierno húmedo como el que pasó hay que estar atentos a la calidad de las reservas, que pueden contener hongos y causar enfermedades letales en los animales.
MEDICO VETERINARIO lo que llevó a la compra de cualquier “porquería” con forma de rollo y a cualquier precio.
Así fue el caso de una compra de rollos de rastrojo de sorgo, los cuales estaban haciendo nuevos a fines de agosto, algo muy raro por la fecha. Seguramente era un sorgo tardío que no pudieron cosechar por los excesos de humedad en abril-mayo, les quedó en el lote y lo enrollaron ahora. Ni bien pusieron esos lotes en el potrero, comenzaron a morir vacas.
Cuando visité el campo ya habían muerto seis animales sin signos evidentes que indicaran ninguna enfermedad en particular. El sesenta por ciento de los rollos terminaba en el piso pisoteado, caña de sorgo, todo desperdicio.
La primera indicación fue retirar esos rollos y suspender la compra de otros dos equipos. Comenzar con un pastoreo controlado, cuatro horas por día en el raigrás y una pequeña suplementación de dos kilos de balanceado al doce por ciento de proteína en los lotes más complicados. Después de eso, no hubo nuevas muertes.
Realmente desconozco cuál fue la causa de muerte, porque las muestras enviadas al laboratorio no dieron ningún resultado concluyente. Pero evidentemente estaba relacionado con los rollos y, nuevamente, estas cosas ocurren por la falta de previsión del productor y por salir a comprar cualquier cosa a último momento.
Otro de los problemas que se presentaron fue la presencia de manchones muy abundantes de trébol blanco. Es difícil de manejar esta situación con pastoreos alter- nados, pero es un tema para tener en cuenta.
Otra situación vivida fue el empaste producido por raigrás, que es sumamente infrecuente pero cuando el mismo está muy tierno y aguachento hay que tomar los recaudos necesarios.
Si se está ante alguna de estas situaciones, lo ideal sería respetar las medidas de manejo que se tiene con las alfalfas, como ser, no pastorear antes de las 10 de la mañana o esperar a que levante el rocío, no entrar con animales excesivamente hambreados, si es posible cortar y orear la pastura, o la inclusión de un carminativo en el agua de bebida. Quizás sea esta última una de las medidas de prevención más adecuadas.
Igualmente, una de las consultas más frecuentes fueron por cuadros nerviosos en los animales. Al principio todo hacia parecer que se trataba de casos de hipomagnesemia, puesto que los síntomas encajaban. Incoordinación para caminar, temblores, torsión de la cabeza sobre el flanco (opistótono). Pero además se presentaban otras alteraciones y transtornos de origen nervioso que afectaban el deambular de los animales y su posterior muerte.
En varios casos se les había efectuado tratamiento con magnesio sin obtener ninguna respuesta. Y esto fue así porque la enfermedad que estaba afectando era producida por un hongo que produce una micotoxina de la que mucho no se habla -de hecho en una nota anterior sobre micotoxinas no la nombré-, que afecta al maíz, y es la diplodiosis.
Este hongo parasita al maíz y lo más común o más fácilmente re- conocible es ver un “moho” blanquecino entre los granos del maíz, con las hojas de la chala pegadas a la espiga. Siempre es más fácil ver esta enfermedad en las plantas en pie, puesto que en el rastrojo es más difícil de observar. Y en muchas oportunidades se alquilan los rastrojos para pastoreo y no sabemos cómo estaba el cultivo.
El grano, en estos casos, se ve como manchado, color grisáceo, y el tallo con color marrón, que se quiebra con facilidad.
En general, la enfermedad se hace evidente alrededor de los cinco días en promedio de estar pastoreando los animales. No hay tratamiento médico efectivo para contrarrestar los efectos nocivos de la intoxicación, lo que se debe hacer es observar diariamente que no aparezcan signos neurológicos. Si esto ocurre se deben sacar los animales del potrero.
Cuando la ingestión no ha sido demasiada, hay posibilidades de recuperación de los animales. Una alternativa de uso de un rastrojo contaminado será la de pastorear por cuatro a seis días y retirarlos a otro lote por una cantidad igual de días, así el efecto tóxico se diluye y evitamos pérdidas. t
MUCHAS VECES SE ALQUILAN LOTES PARA PASTOREAR LOS RASTROJOS, Y NO SE SABE SI EL CULTIVO ESTABA SANO