INVERSION A LARGO PLAZO
EnDon Guillermo, en el norte de Santa Fe, los Bianchi pusieron primera con el riego hace dos años con el objetivo de recabar datos que se puedan transpolar a otros socios de la Cooperativa Unión Agrícola de Avellaneda, de la que forman parte hace años. “Queremos que a futuro sean cientos de equipos en toda la región, pero la principal limitante para que esto ocurra es la falta de financiamiento, sin él no hay riego”, contó Jonatan Bianchi, productor y asesor de la Cooperativa. Para ellos, el costo de inversión incluyendo el transformador, las dos perforaciones, la red presurizada y un equipo de riego de casi 30 hectáreas fue de 2.000 dólares por hectárea, tomando como parámetro las tres posiciones, es decir, usándolo para cubrir 90 hectáreas por año. “Para mí, las inversiones tienen que ser financiadas en dólares a diez años con una tasa de 3- 4 por ciento, para que sea realmente factible”, dijo Bianchi. Así, partiendo de los rendimientos extra que se obtienen en riego versus el secano se podría recuperar la inversión en siete a nueve años (es difícil ser precisos en esto porque depende de muchas variables como costos y precios de los granos). “Sabemos que podemos convencer a los productores con resultados palpables en el campo, pero dejamos en manos de la Cooperativa y las instituciones que busquen alternativas financieras para que se pueda hacer la inversión”, concluyó Bianchi. El desafío del agua está a la vuelta de la esquina. Tiene potencial, pero requiere de inteligencia práctica, capacitación y un apoyo con políticas y créditos para plasmarlo con todo su potencial. De a poco pareciera que todos los actores empiezan a entenderlo.