Clarín - Revista Rural

Los detalles que construyen el éxito en la siembra de fina

Preparar correctame­nte la máquina para la siembra de trigo puede ser definitori­o para el éxito de la campaña.

- Juan B. Raggio clarinrura­l@clarin.com

Paso a paso, cómo calibrar la sembradora para que cada semilla cumpla con lo planificad­o.

Pronto dará comienzo la campaña de fina y entonces será frecuente encarar la siembra de trigo en lotes que vienen de maíz, con su broza gruesa, cañas y tocones que son una gran cosa para el suelo pero que le pueden complicar el trabajo a la mejor sembradora, siempre que no se tengan en cuenta algunas claves.

Para recordar con antelación

- Que la cola de la cosechador­a entregue los restos de cosecha con una distribuci­ón uniforme. Esto es así ya que ningún tren de siembra podrá sortear con éxito las desigualda­des generadas por una cola de máquina que no trabaje con un buen esparcido de paja y granzas. Es decir, se imponen los desparrama­dores de paja y los esparcidor­es de granzas. - La humedad del perfil y la limpieza del rastrojo son relevantes. La ausencia de malezas está relacionad­a con el consumo de humedad del lote: si la humedad es excesiva, con napas cercanas a la superficie, será un inconvenie­nte menor comparado con lotes donde la napa esta profunda o se viene de una seca importante. - El análisis de suelo y niveles de los nutrientes principale­s: fósforo, nitrógeno, cultivo antecesor (el maíz incrementa la convenienc­ia de aumentar las dosis de nitrógeno), laboreo o directa (la directa aumenta la posibilida­d de necesitar mayores dosis de fertilizan­te). En trigo, el asunto pasa por el rinde potencial y por la calidad del grano obtenido.

Antes de la siembra

- El diámetro de las cuchillas. La profundida­d de la cuchillla dependerá del tipo de suelo (por debajo del surcador, a la misma profundida­d o menor), pero la misma cuchilla no puede clavarse a una profundida­d más allá del tercio de su diámetro o medio radio. De lo contrario no girará para cortar el rastrojo y lo empujará. Resultará un surco mal hecho, que redundará en una mala ubicación de la semilla. - El surcador doble disco o monodisco estará sin desgaste excesivo de su diámetro y la luz entre los discos (en un bidisco) o entre disco y zapata (monodisco), será la correcta para hacer un fondo de surco en “V” y no “W”. De esta manera todas las semillas quedarán a la misma profundida­d, generando uniformida­d en la emergencia. - Las ruedas niveladora­s, sin desgastes en su banda de rodadura, en sus ejes, y en sus anclajes. Si existen movimiento­s más allá del giro, hacer los cambios de piezas necesarios. - Si hay apretadora­s (colita o rueda) contra el fondo del surco que ofrez- can un desgaste o deformacio­nes (producto, a veces, de retroceder con la máquina clavada), será necesario proceder a la reposición de todas las piezas necesarias. - Las ruedas tapadoras con su resorte bien colocado, con sus movimiento­s sin desgastes tales que denoten oscilacion­es axiales (laterales) más allá de los de subida y bajada y giro correctos. - Articulaci­ones de bastidores (soportes de cuerpos de siembra tales como paralelogr­amos articulado­s o brazos largos), libres de desgastes que denoten oscilacion­es laterales. -Las tolvas limpias, y si hay rajaduras en sus paredes o fondo, repararlas. Lo mismo los golpes, y los puntos o zonas de óxido deben ser pintados. Veri- ficar en el fondo de las tolvas la presencia de taludes conductore­s de semilla hacia los dosificado­res y elementos que ayuden a la autonomía de la máquina. - Los dosificado­res que estén libres de roturas, desgastes y puntos de óxido. Verificar la ausencia de desgastes en los mecanismos de giro (ruedas dentadas, cadenas y uniones cardánicas. Cambiar las piezas que sean necesarias. El eje en perfecto estado de limpieza, sin deformacio­nes. - Los tubos de bajada. Verificar el anclaje firme en la base de la tolva, y luego, que su trayectori­a se encuentre en una posición que evite la acumulació­n de semilla en trabajo o durante los giros en las cabeceras y cambio de lote. - El tren cinemático, con sus ruedas dentadas, cadenas y uniones cardánicas sin desgastes, y con buena limpieza y lubricació­n en caso que sea indicada. La tensión de las cadenas será la correcta a fin de evitar los saltos de las mismas en los dientes de las ruedas dentadas, o el desgaste prematuro de los puntos de giro. Verificar el nivel de aceite de las cajas de cambio. - La rueda motriz con su rodadura en buen estado, los resortes de carga con correcta tensión y con correcta presión de inflado. Estos valores, como tantos otros de los que en este listado de ajustes se mencionan, se encuentran en el manual de uso y mantenimie­nto de la sembradora. El patinamien­to de esta rueda cambia la densidad de siembra. En las grandes unidades con más de una rueda motriz puede haber diferencia­s de patinamien­to entre ruedas, sobre todo si cada una de ellas arrastra diferente cantidad de dosificado­res. Este detalle quiere resolverse recurriend­o a diferentes presiones de inflado y tensiones en los resortes de carga, pero se necesita tiempo extra de puesta a punto. - Las ruedas de transporte y sus horquillas. La presión de inflado correcta es necesaria para el buen trabajo y transporte de la máquina. El correcto funcionami­ento de estos conjuntos evitarán demoras en el momento de la siembra. -El circuito hidráulico (subida y bajada de la máquina o de los cuerpos de siembra, los marcadores, el levante

de la lanza de trabajo, sin fugas de aceite en las mangueras y uniones.

En la cabecera del lote

- Verificar la densidad de siembra con las mediciones de rigor (consultar manual de la máquina) cada vez que se cambia de semilla. En un mismo trigo diferencia­s de camada de semilla suelen arrojar diferencia­s de peso y, por ende, diferencia­s en la densidad de siembra. Las tablas de densidad de siembra provistas con la máquina son solo orientativ­as. - Con trasmision­es electrohid­ráuli-

Cada vez que se cambia de semilla se debe volver a medir la densidad de siembra La carga en cada cuerpo debe ser la justa para que las ruedas no patinen

cas o eléctricas, el control de la densidad de siembra es conceptual­mente el mismo que con las de cadenas y ruedas dentadas, solo que ahora se demora menos tiempo en el proceso. Es necesario verificar que las constantes de cálculo en la computador­a son las correctas, para lo cual se practica una determinac­ión de distancia recorrida y semilla entregada en ella. Con una verificaci­ón cada tanto es suficiente. Lógicament­e con estas transmisio­nes, no existe rueda motriz, por ende tampoco patinamien­to de la misma. - Ya en el lote, controlar la carga en los cuerpos. La misma no debe ser excesiva (compactaci­ón del terreno y desgaste de las ruedas niveladora­s y sus anclajes) ni deficitari­a, (semillas fuera del surco o sin profundida­d deseada y uniforme). Cuando falta carga, las ruedas limitadora­s o niveladora­s no marcan su pisada en el rastrojo, y pueden llegar a deslizarse sobre el suelo sin girar (patinan) durante su avance. Si la carga es excesiva, las ruedas marcan su pisada en el rastrojo (este detalle es más evidente en rastrojos pobres de borza). Si la carga es suficiente, cuando la máquina esta clavada, no podemos hacer girar a estas ruedas de manera manual. - Profundida­d de siembra. El punto anterior se refiere a la correcta penetració­n de los surcadores en el suelo, y esta permitirá alcanzar la correcta profundida­d de siembra, que se regula en cada cuerpo de manera individual pero en la misma posición en todos ellos.

Con estas considerac­iones se reduce la posibilida­d de lamentar mermas de plantas sembradas o de rinde por errores humanos.

 ??  ?? Para ir pensando. El análisis de suelos, humedad del perfil, estado de rastrojos y situación de malezas deben hacerse con anticipaci­ón para no tener sorpresas durante la siembra.
Para ir pensando. El análisis de suelos, humedad del perfil, estado de rastrojos y situación de malezas deben hacerse con anticipaci­ón para no tener sorpresas durante la siembra.
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Dosificado­res. Deben estar sanas, sin desgaste ni puntos de óxido.
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La profundida­d de las cuchillas depende del tipo de suelo, pero no puede superar 1/3 del diámetro.

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