El debate por el modelo: ¿Nueva Zelanda o Angola?
El argentino Otto Solbrig, profesor de Harvard, exhortó a aprovechar toda la fuerza agroindustrial. “Aquí, la soja domina demasiado la agricultura”, planteó Solbrig
En su conferencia magistral en el congreso, el argentino Otto Solbrig, profesor emérito de la Universidad de Harvard, analizó y vinculó tendencias demográficas, proyecciones de crecimiento económico y estudios sobre el impacto del calentamiento global para llegar a una conclusión central para el futuro: “La ventaja comparativa de la Argentina es la agroindustria, pero el uso abusivo de los recursos naturales pueden poner en riesgo esa ventaja”.
El título de la conferencia, “¿Nueva Zelanda o Angola?”, hi- zo foco en el modelo de país que considera estratégico para lograr un desarrollo económico y social equitativo y competitivo.
En su visión, Nueva Zelanda es un país importante para la Argentina porque en las últimas décadas logró crecer a partir de un fuerte desarrollo agroindustrial. “Ellos producen cosas parecidas a nosotros y lograron que la desigualdad sea muy baja. Además, lideran el ranking de transparencia en el mundo, con un bajísimo nivel de corrupción”, contó. Angola, en cambio, tiene uno de los índices de corrupción más altos del mundo. “Un problema que también tiene que resolver la Argentina”, señaló.
En el comienzo de su conferencia, Solbrig se metió de lleno en el debate “maltusiano” que advierte que la producción de alimentos podría tener dificultades para atajar el ritmo de la demanda en el mediano plazo. “En el 2050 habrá 2.300 millones de habitantes más, pero contamos con la capacidad, a nivel productivo, para poder alimentarnos”, sostuvo.
El profesor de Harvard adelantó, además, que el crecimiento de la población mundial va a bajar un cambio y se va a estancar en las próximas décadas porque ya no es sostenible el ritmo actual. “Nunca hubo un crecimiento demográfico tan intenso como el de las últimas décadas”, recordó.
Pero uno de los desafíos con los que deberá lidiar la producción de alimentos serán las consecuencias del cambio climático. Solbrig planteó que la deforestación es un problema relevante (sobre todo en las zonas tropicales, pero también en Chaco y Santiago del Estero), lo mismo que la erosión del suelo y el uso insostenible del agua. “Con la siembra directa, ustedes están haciendo las cosas bien, pero la soja domina demasiado la agricultura argentina”, opinó.
Junto con Jorge Adamoli, Solbrig coordinó un estudio que elaboró proyecciones sobre las consecuencias que el cambio climático podría provocar en varias zonas productivas. “En la Pampa Húmeda es probable que aumenten las precipitaciones, que haga más calor y que se produzcan más eventos extremos, como lluvias intensas e inundaciones”, adelantó.
También contó que en las zonas cordilleranas va a llover menos, una situación que puede complicar avarios cultivos regionales, y que en Mar del Plata el mar aumentó su nivel en 1,4 milímetros cada año desde 1950. “Es una situación delicada porque impacta en las sudestadas”, destacó.
Solbrig había comenzado su conferencia con una foto de la bahía de Hong Kong de noche, iluminada por enormes rascacielos. Dijo que esta es la otra tendencia que hay que comprender de cara al futuro.
“En las próximas décadas, el eje de gravedad, el centro del mundo, va a estar en el sudeste asiático”, remató.