La alimentación y el paradigma del confinamiento
En un mano a mano con Clarín Rural, el veterinario Gustavo Bretschneider, del área de Nutrición Animal del INTA Rafaela, hizo un balance de un interesante proyecto sobre estrategias de alimentación que vienen llevando a cabo desde hace 3 años, vinculadas al paradigma del confinamiento. En ese camino, se decidió trabajar en un corral seco, en donde se encerró un grupo de animales durante las 24 horas por un lapso de 6 meses, que fue el tiempo que duró el ensayo, junto a otros tres grupos que combinaban confinamiento con pastoreo. El veterinario explicó que los animales se dividieron en grupos. Uno se alimentaba en un 75% con TMRs (Raciones Totalmente Mezcladas) y 25% pastoreo. El otro con 50% TMRs y 50% pastoreo. Y el tercero era 25% TMRs y 75% pastoreo. “La idea era ver cuál era la mayor inclusión de pasto que podía tener la dieta con la cual obtuviéramos un resultado, en producción, similar al que íbamos a obtener con el grupo totalmente encerrado”, reveló. La conclusión del ensayo fue que el animal que está encerrado come y produce más. Pero una cuestión importante es que cuando se evalúa la eficiencia de conversión, el litro de leche por kilogramo de materia seca consumida es similar entre las diferentes estrategias de alimentación. El pastoreo tiene la ventaja de que abarata costos de producción, pero el productor debe ser flexible a cada sistema. Aunque no siempre sea práctico y económico, Bretschneider considera que el confinamiento “se vuelve una necesidad” cuando el clima viene seco, entre otras posibles circunstancias.