Una fiesta al pie de las montañas
La expo tuvo también una fuerte impronta ganadera y pisó fuerte la producción y conservación de forraje.
El sábado pasado finalizó en Salta la segunda edición de Expoagro Norte. Durante cuatro días se realizaron distintas actividades y charlas en los salones y calles del Centro de Convenciones donde estuvo montada la muestra estática; en el campo de la Escuela Agrícola se realizaron las dinámicas y hubo cuatro remates.
El remate televisado de bovinos fue uno de los hechos destacados de la muestra. “Hubo muy buenos precios, sobre todo para el ternero, que hizo un promedio general de 11,65 pesos los machos y 11,56 pesos las terneras”, indicó Iván O´Farrel, el martillero de Expoagro Norte. Las 346 vaquillonas que se vendieron hicieron un promedio de 2.885 pesos.
O´Farrell destacó la calidad de la hacienda y la importancia que tiene la incorporación genética en la zona, principalmente con las razas Brangus y Braford. “Hay calidad, uniformidad y un gran crecimiento en esa calidad”, dijo. “Año a año se ven más lotes definidos, de una misma raza, y eso redunda en un nivel de engorde más rápido que implica un menor costo“, apuntó.
Esa misma tarde se realizó el remate de Caballos Peruanos en la muestra. Se vendieron 23 caballos a un promedio de 30.160 pesos cada caballo.
Al día siguiente se realizó en los corrales de Expoagro la segunda “Concentración de Vientres del Norte”. Antonio Ibarreche, de la Cabaña tucumana Yanta Payana, participó por segunda vez en este remate. “Los precios fueron bastante buenos el año pasado, por eso repetimos. Este año, los precios no fueron los mismos. Tenemos los mismos precios que hace un año y los costos suben”, se quejó.
Mientras tanto, los fierros se exhibieron en acción en el predio de la Escuela Agrícola Gral. Martín M. de Güemes. En las demostraciones dinámicas se presentó maquinaria y tecnología para los cultivos de tabaco, caña de azúcar, frutales, alfalfa, trigo y garbanzo, destinados a lograr cada vez más eficiencia en la zona y a lograr una buena conservación de los recursos. Se observaron demostraciones de cosecha, embolsado, implantaciones y siembra con labranza mínima, henificación y enfardado; y sistemas de riego y pulverización.
Pero las máquinas forrajeras fueron las vedettes de la mues- tra. En el plot de alfalfa se realizó la dinámica de henificación para conservar el forraje y se lució la segadora de discos Moscato 2000 de Yomel para leguminosas y gramíneas. En el lote lindante, la Hesston 1839 de Massey Ferguson levantaba la alfalfa y confeccionaba los fardos que caían nuevamente al campo.
La firma Akron, por su parte, mostró el extractor autotrailer de granos secos EXG 300, la monotolva de 24 Tn. y la embolsadora E 9250 con sinfín horizontal extra reforzado de 8mm de espesor. Entre las pulverizadoras se pudo ver la MAP II 2850 y la MAP II 3250, de Pla, y la Uniport 2500 Star, de Jacto, con botalón de 28 metros. Y para sumarse a la agricultura de precisión, Jacto incorporó a su marca la línea Otmis, un producto que tiene banderillero satelital, piloto automático y corte por secciones para aumentar la eficiencia de las aplicaciones.
Así, a puro fierro y tecnología, el público pudo sentir el enorme potencial de una región que se anima a crecer, tanto en sus actividades más tradicionales como en la ganadería.