Ganadería: arman un mapa forrajero
La Fauba, el INTA y Aacrea avanzan en la creación de un mapa de la productividad forrajera argentina.
Lo hacen Aacrea, la Fauba y el INTA, con información satelital. Será de uso gratuito.
La Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), el INTA y Aacrea trabajan en un proyecto para diseñar un observatorio y un sistema de seguimiento satelital y evaluación de la producción forrajera en la Argentina, una iniciativa inédita en nuestro país, producto del trabajo conjunto entre instituciones públicas y privadas, que sólo cuenta con antecedentes en Australia.
“Creemos que el país necesita un observatorio que permita a productores y decisores políti- cos tener una visión actual de la produccion forrajera, compararla con situaciones históricas y hacer escenarios a futuro”, dijo Martín Oesterheld, coordinador del proyecto por la Fauba y director del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) de esa facultad.
El equipo fue convocado por el Ministerio de Agricultura de la Nación y es financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y varias otras instituciones, como el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Con un año de actividad, ya generó el primer mapa de productividad forrajera del país, con datos a escala de partido, que productores, técnicos y autoridades pueden consultar gratis en internet (http://produccionforrajes.org.ar), con información de los últimos 50 años generada por censos, bibliografía del INTA y datos de corte de los grupos CREA.
El estudio arroja que la Argentina posee una productividad anual de recursos naturales y cultivados de 244 millones de toneladas. “Con esa productividad, que apuntamos a mejorar en forma sustentable, el país puede llegar a alimentar más de 50 millones de cabezas de ganado bovino y otras especies de importancia regional”, explicó Omar Scheneiter, coordinador del Area Estratégica Forrajes y Pasturas del INTA.
En las etapas siguientes del proyecto, el equipo de investigadores desarrollará un sistema de diagnóstico, planificación, seguimiento y prospección forrajera con sensores remotos. En abril de 2013, prevén implementar un mapa que permitirá acceder a información a escala de lote en tiempo real, generado con satélites.
“De la misma manera que hoy existen mapas que muestran cómo se distribuyen las precipitaciones en diferentes zonas del país, la idea es generar un mapa con la distribución de la producción de pasto, en tiempo real, de uso gratuito y disponible en internet”, afirmó Oesterheld.
“Para este proyecto hay 1,1 millón de hectáreas monitoreadas con satélites, mediante una herramienta que se denomina In-
dice Verde”, apuntó Cristian Feldkamp, coordinador de Ganadería de Aacrea y responsable del trabajo por esa asociación. El sistema se apoya en una plataforma de la NASA que brinda información gratuita. Los datos son bajados y procesados en el LART y a los 10 días el productor puede saber cuántos kilos diarios está creciendo su pasto en cada potrero.
Por su parte, Scheneiter agregó: “Hoy tenemos mucha información concentrada en la región pampeana y aún existen pocos datos de otras regiones. Por eso, ponemos el esfuerzo en zonas extrapampeanas, donde se dan condiciones ambientales más extremas y variables, y ambientes más frágiles. Es necesario ampliar y mejorar la calidad de la información. También debemos ajustar la metodología para situaciones en las que el pastizal está acompañado de montes o arbustales”.
La iniciativa del sistema de seguimiento forrajero se enmarca en un cambio de escenario para la actividad y en la necesidad de ganar eficiencia. Según Alejandro Lotti, subsecretario de Ganadería de la Nación, “el futuro está dado en que intensifiquemos la ganadería como lo hizo la agricultura”. En este sentido, consideró que los sensores remotos son una “herramienta formidable” para mejorar el manejo de los animales y definir políticas de estado.
La agriculturización de las últimas décadas modificó la oferta forrajera en el país. Entre 2009 (año de fuerte sequía) y 2010, el INTA alertó sobre la desaparición de 14 millones de hectáreas ganaderas (la actividad ocupaba 180 millones de has), equivalentes a 8 millones de raciones menos. “Con este diagnóstico, quisimos empezar a usar herramientas de mayor precisión, y en 2013 queremos avanzar hacia una mayor institucionalidad”, dijo Lotti.