La soja sufre los primeros ataques
Ya se registraron los primeros casos de mancha ojo de rana en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.
La mancha ojo de rana ya se encontró en varios lotes de la zona núcleo.
La campaña de soja comenzó con malas noticias des- de muy temprano. Primero, las abundantes precipitaciones en fecha de siembra óptima, lo que ocasionó retrasos en las tareas de implantación. Así y todo, gracias a una ventana de tiempo sin lluvias, los suelos secaron hasta la humedad óptima y la superficie cubierta con el cultivo aumentó rápidamente, sin mayores retrasos.
Pero no todo quedó ahí. Recientemente se dieron a conocer los primeros casos de mancha ojo de rana (MOR) detectados en la zona núcleo de producción, tal como lo pronosticó Clarín Rural la semana pasada, citando lso datos que brindaron Marcelo Carmona y Eduardo Sierra.
Al igual que sucedió en la campaña 2009/10, en la cual el epicentro de la enfermedad fue el sudeste cordobés, en esta campaña la historia se repite. Estos primeros lotes se detectaron en las localidades cordobesas de Monte Maíz, Ordoñez, Marcos Juárez y Monte Buey; también hubo casos en Venado Tuerto, sudoeste de Santa Fe y en Gaham, en el norte de Buenos Aires.
La mancha ojo de rana es una enfermedad que requiere temperaturas entre 15ºC y 35°C, períodos de alta radiación, humedad relativa mayor al 80% y precipitaciones frecuentes que generan más horas de mojado de las hojas, por encima de lo normal. Estas condiciones ambientales que desencadenan la infección, bien pudieron ser las que registraron en los últimos días en esta zona en la que, según muestra el informe GEA, de la Bolsa de Comercio de Rosario, se vienen produciendo lluvias recurrentes que recrean el ambiente propicio.
La mancha ojo de rana aparece desde el estado vegetativo, ocasionando importantes daños, especialmente en lotes provenientes de monocultivo de soja, cuyos rastrojos son fuente de inóculo para el cultivo siguiente. O, también, en situaciones en las que se efectuó un tratamiento fungicida de semillas defectuoso. Los inviernos benignos, por otro lado, favorecen la supervivencia de plantas “guachas” de soja que también pueden ser foco de infecciones.
En la campaña 2009/2010 la MOR tuvo una aparición explosiva en gran parte del área sojera de la Pampa Húmeda, llegando a reducir fuertemente el rinde, con pérdidas de hasta 1.500 kg/ha y afectando la calidad de semilla.
La perspectiva climática para esta campaña muestra altas probabilidades de precipitaciones superiores a las normales en la Pampa Húmeda. Esta situación, tal como ocurrió tres campañas atrás, genera las condiciones conducentes para la evolución de esta enfermedad y de otras, como septoria o mancha marrón (Cercospora kikuchii), destacaron técnico de Syngenta en un informe sobre el tema esta semana.
Con todos estos riesgos a la vista, las acciones preventivas cobran mucha importancia. Entre ellas el monitoreo temprano de los lotes es central, enfatizan los técnicos. Es importante empezar con controles tempranos para la MOR, teniendo en cuenta umbrales de daño económico. Esto asegura un manejo eficiente de la enfermedad, que impactará positivamente en el rinde como en los beneficios económicos, manifestaron los especialistas.