Adiós a un gran referente
Falleció esta semana Hugo Fontanetto, un reconocido experto del INTA en temas de nutrición de cultivos.
El miércoles pasado falleció Hugo Fontanetto, referente del INTA en fertilización y nutrición de los cultivos. El técnico murió en un accidente de tránsito en la ruta 34, en el acceso norte de Rafaela y muy cerca del INTA Rafaela, la estación experimental en la que desarrolló la mayor parte de su trabajo.
Desde entidades como Fertilizar, IPNI Cono Sur y Aapresid, entre muchas otras, comunicaron el profundo pesar por la pérdida de un técnico que era un líder nacional en el manejo de nutrientes para mejorar la producción y la sustentabilidad de los planteos agrícolas.
Fontanetto no sólo era un investigador incansable, sino también un apasionado extensionista capaz de llevar los resultados de sus parcelas experimentales a cada productor .
En sus conferencias, insistía en
Fontanetto también era un “caminador” de los lotes, y un apasionado orador
que era necesario fertilizar más los lotes, con los análisis de suelo de las diferentes regiones en la mano. A veces “retaba” a los productores y advertía: “Hay que poner más, sino la agricultura se convierte en minería”.
El técnico estudió en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Corrientes, donde recibió el titulo de ingeniero agrónomo, y obtuvo el grado de Master en Producción Vegetal en la Unidad Integrada del INTA y la Facultad de Ciencias Agrarias (Universidad Nacional de Mar del Plata) en Balcarce.
Su carrera profesional se asoció siempre con el INTA Rafaela y también desempeñó cargos docentes en la Universidad Tecnológica Nacional de Rafaela. Sus numerosísimas charlas en congresos, simposios y jornadas técnicas, siempre fueron seguidas con atención a partir de la pasión con la que transmitía sus conocimientos.
Fontanetto también era un “caminador” de los lotes, un técnico que siempre estaba atento a la búsqueda de nuevas tecnologías y oportunidades, listo para evaluarlas y para divulgarlas.
En los últimos años, por ejemplo, les insistía a los tamberos de la cuenca lechera central sobre la conveniencia de utilizar los efluentes de la sala de ordeñe para fertilizar los lotes de maíz y alfalfa. Y comprobó, junto a otros técnicos del INTA Rafaela, que en estas parcelas aumentaba la cantidad de nitrógeno, fósforo y materia orgánica. También estudió a fondo la fertilización y el manejo del garbanzo, un cultivo que comenzó a ganar superficie en las últimas campañas.
“En realidad, Hugo ha dejado un extraordinario legado, una pasión por la agronomía y los suelos, una pasión por el trabajo, que nos gustaría que trascienda y alcance a las nuevas generaciones”, destacaron Fertilizar, IPNI Cono Sur y Aapresid, en un comunicado conjunto.