La verdadera “cuestión de fondo”
La sociedad está bombardeada por noticias de muchísimo impacto e imprevisibles consecuencias (“buitres”, Griesa sí o no, default, fragata Libertad, la plata para YPF, el 7D). Pero mientras se dirimen estas cuestiones fácticas, subyace la necesidad de debatir la famosa “cuestión de fondo”.
La cuestión de fondo, en la Ar-
Es un error calificar a granos, carne y leche como productos primarios
es entender la vida real.
En este sentido, esta semana coincidieron dos eventos: un seminario de ACTA, la entidad que reúne a las cámaras de tecnología agropecuaria, y el encuentro anual de la Unión Industrial Ar- gentina.
El encuentro de ACTA reunió a un panel integrado por gente del sector, académicos y funcionarios del gobierno. Entre éstos, una expositora de alto nivel del Ministerio de Ciencia y Técnica, cuyo titular Lino Barañao ha realizado interesantes y exitosos esfuerzos orientados al sector agropecuario y agroindustrial. Es uno de los mejores ejemplos de construcción de buenos vínculos entre el sector público y el privado, hecho que quedó subrayado por la contundente exposición de la funcionaria. Muchas empresas se han apalancado en aportes sustanciosos y bienvenidos del MinCyT.
Sin embargo, no debe haber sonado muy bien, en el ámbito de ACTA, que reúne a los generadores de tecnología para la producción de trigo, maíz, soja, girasol, carne, leche, etc, el párrafo en el que la funcionaria rebajó a estos productos a la categoría de “primarios”. De inmediato, remarcó con satisfacción que el país está exportando cada vez más Manufacturas de Origen Industrial (las MOI, que ya alcanzan el 30%) y “este es el camino porque son las que generan valor agregado y empleo”.
Error. Primero: el maíz le agrega valor al fertilizante, a la semilla, al inoculante, a la camioneta que se consume en llevar la semilla y al contratista, a la cosechadora, al camión que lo lleva al puerto. Son productos “industriales”.
Segundo: las MOI han superado a las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), porque en ellas se incluyó al biodiesel, que el año pasado exhibió embarques por 2.000 millones de dólares. Pero el biodiesel es claramente una
Al decir que las MOA son de segunda, se terminan justificando las retenciones
MOA, ya que es 90% aceite de soja. Si se lo sacamos a las MOI y lo sumamos a las MOA, la historia se invierte.
No es un tema semántico. Esta conceptualización, galvanizada en la vieja idea de que industria es solo lo que se vincula con chapa y pintura, termina discriminando no sólo al agro, sino a la cascada de valor que surge de la producción básica. Las MOA son de segunda, las MOI de primera. Así, justificamos las retenciones.
Esto lleva a que la mayor parte de los economistas y los políticos comulguen con la idea de que el país se ha “desindustrializado”. No es cierto. Aquí colapsó una vieja estructura industrial, a pesar de que durante muchísimos años se masticó ingentes recursos de la comunidad, a través del proteccionismo y los subsidios. Pero al mismo tiempo surgió otra, cuya fuerza reside en su carácter silvestre.
Señores, en la Argentina hubo regímenes de todo tipo para cualquier industria. Y nunca hubo un Plan Soja. Bueno, ahí está el cluster sojero más importante y competitivo del planeta, sostén de la economía nacional, la macro y la micro.
Millones de puestos de trabajo corriente arriba y corriente abajo. Fábricas de maquinaria, plantas de semillas, fertilizantes, inocugentina, lantes, herbicidas. Decenas de miles de chacareros. Transporte: en General Galarza, Entre Ríos, hace quince años había solo un par de camiones. Hoy hay 200 y es la ciudad con más camiones per capita de la Argentina… Los camiones se fabrican en Argentina y Brasil.
La hidrovía, canalizada a 36 pies, favoreció la construcción de puertos y plantas de crushing a la vera del Paraná, muchas bajo la chicana de habilitaciones precarias, otras hostigadas por portación de soja. Cada planta ocupa cinco veces la superficie de cual-
No es un tema semántico. Por esto se termina discriminando al agro
quier automotriz y mueven 800 camiones por día. Pero parecen pertenecer a la saga de la Argentina Secreta.
Algo habrá hecho el sector para que esto no se conozca. Y, en consecuencia, no se comprenda.