Con riego, desde la terraza
Producir granos en Entre Ríos no es tarea fácil. Bien lo sabe el ingeniero agrónomo Eduardo Petti, encargado de la parte agrícola de la empresa LHAgro, que llegó a Gualeguaychú hace pocos años desde la cuenca del Salado y se encontró con una realidad muy diferente. “Es un ambiente bastante hostil para la producción: pasamos del barro imposible al ladrillo seco en una semana. Tuvimos 350 milímetros en octubre y en noviembre ya había grietas en los lotes. Hay que tener muy aceitada la logística porque las ventanas de oportunidad para ejecutar las labores son muy acotadas”, explica. Para facilitar la logística, la empresa tiene su propia sembradora, una cosechadora y una pulverizadora. Además, aplican las herramientas disponibles de agricultura de precisión, como la fertilización variable. “Los suelos son muy pobres en fósforo. Tenemos que usar una tecnología igual o superior a la que se usa en las zonas con alto potencial de rendimiento”, dice Petti, y agrega que están empezando a hacer terrazas en todos los campos para evitar la erosión, algo que -combinado con una cobertura permanente del suelo- es fundamental en la agricultura entrerriana. De hecho, el gobierno provincial les devuelve el 50% del impuesto inmobiliario rural a los productores que construyen terrazas. Otra herramienta que la empresa está por incorporar es el riego por pivot. Con dos equipos cubrirán 270 hectáreas, potenciarán los rindes y ganarán estabilidad.