El balance y los desafíos que vienen
Acsoja, Maizar, Asagir y Argentrigo dijeron que se puede llegar a 150 millones de toneladas para el 2020.
“Si bien este fue un año que empezó con una fuercuenta te sequía, cerramos una cosecha por encima de las 80 millones de toneladas de granos, con un contexto de precios internacionales que logró paliar en parte el efecto de la seca. Ese escenario mundial configura un excelente escenario para nuestro país”, dijo esta semana Santiago Labourt, presidente de Argentrigo, en la reunión de las cadenas de los cuatro principales cultivos, que como todos los años compartieron balances y sensaciones en el mes de diciembre.
Ricardo Negri, presidente de Asagir; Alberto Morelli, presidente de Maizar; Luis Zubizarreta, vicepresidente de Acsoja, y Lorenzo Basso, secretario de Agricultura de la Nación, también participaron del encuentro, que tuvo lugar en la Bolsa de Cereales.
Labourt señaló que la Argentina con un escenario internacional y con condiciones de competitividad para alcanzar la meta de 150 millones de toneladas de granos para 2020 establecida por el PEA. “Tenemos productores proactivos frente a las nuevas tecnologías, con capacidad de asumir riesgos, innovar y emprender en todos los eslabones de las cadenas, entendiendo también que el uso eficiente de los fitosanitarios y el cuidado del medio ambiente son fundamentales para el negocio”, aseguró.
Luego, indicó que para agregar más eslabones a las cadenas de cultivos, “y por lo tanto sumar valor agregado y trabajo e inversiones, el sector necesita ganar mercados y avanzar en esquemas de articulación entre el sector público y los actores privados, para lograr una inserción comercial en sintonía con el futuro buscado”.
También dijo que para alcanzar la meta del 2020 es fundamental estar a la vanguardia tecnológica, y destacó que desde el 2009 el Ministerio de Agricultura aprobó varios eventos biotecnológicos, y que este año entre el sector público y el privado se logró con alto grado de consenso un nuevo proyecto de Ley de Semillas.
Para finalizar, Labourt enumeró puntos pendientes para el crecimiento de la agroindustria. La fuerte presión impositiva sobre el agro y los esquemas de comercialización son dos de los temas más delicados. Citó estudios que indican que el sector agroindustrial aporta el 44% de la recaudación, y dijo que el alto nivel de presión restringe la competitividad del sector y retrasa muchas inversiones necesarias. Entre ellas, la infraestructura de transporte.