Todos a la espera de una voltereta
El tradicional escaso movimiento de las últimas semaperíodo nas del año y la primera del nuevo debería llegar a su fin y la rueda de operaciones debería tomar una mayor velocidad, saliendo de la modorra. Los valores que mostraban los compradores de la exportación continuaban resultando poco seductores para atraer a la oferta que todavía no pudo completar las siembras de la cosecha gruesa, por lo que continuaba reteniendo mercadería hasta tanto tenga urgencias financieras. Así, el volumen negociado en los escasos tres días de operaciones del fue muy magro y los precios tendiendo más a la baja que a la recuperación.
La industria sojera al cierre ofrecía 1.815 pesos por el poroto disponible, cuando la posición enero arrojaba una paridad de 1.865 pesos en el Mercado a Término, donde la posición mayo volvía a ponerse abajo de los 320 dólares.
Cuando la cosecha de girasol del Chaco comienza a generalizarse con rindes de entre 1.500 y 2.500 kg/ha, la industria aceitera que comenzó pagando 370 dólares para Rosario, al cierre pretendía comprar con 10 dólares abajo.
El mercado de maíz disponible continuó bajo la mano de la industria que esta semana no mostraba siquiera los 1.000 pesos que abiertamente ofrecieron durante las dos últimas semanas del año. La nueva campaña volvió a rondar los 195 dólares.
La exportación de trigo, después del recorte del 25% de ROEs, pasó de compradora a vendedora de los excedentes y así surtió a la industria molinera o canceló compras de común acuerdo con los vendedores que no tenían cantidad ni calidad para cubrir los negocios realizados anteriormente.