La sojita sigue en la mira de todos
Mientras la Afip publicitaba la “visita” realizada a acopios de la provincia de Buenos Aires preguntando por los productores que aún no habían vendido su soja, los obreros de la industria aceitera -que no lograban un acuerdo en la paritaria- paraban la recepción en las fábricas de aceite desde Rosario hasta Buenos Aires. La industria avícola parecía mucho más tranquila después de las atenciones recibidas con la oferta por parte de la exportación y así bajaban el precio de compra, mientras las fabricas girasoleras -también paralizadas por la huel- ga obrera- estaban a la espera de la llegada del girasol nuevo de la zona central.
Cuando en Chicago no había grandes movimientos, en la plaza sojera local la industria pretendía bajar los precios de compra y al cierre ponían en la vidriera sólo 1.770 pesos mientras en el Mercado a Término la inmediata posición febrero se negociaba a 373 dólares, arrojando una paridad de 1.860 pesos con lo que cualquier lote de mercadería “fresca” se volcaba a este mercado. La nueva campaña superó los 340 dólares y la oferta continuó reticente a la venta ante la falta de lluvias.
La demanda de maíz, se mostró totalmente abúlica, tanto la industria por la mercadería disponible, como la exportación por la nueva cosecha una vez cubierto el cupo de exportación.
En tanto, la falta de vapores para la carga de trigo como consecuencia de la anulación de ROEs, está provocando dificultades logísticas ya que la exportación no puede recibir lo comprado meses atrás y los valores se caen. La molinería demanda lotes con alguna calidad por los que paga precios relativamente interesantes.