Nuevas caras para nuevos desafíos
En Aapresid hicieron foco en las malezas resistentes y en las ideas y procesos para ganar productividad.
Una de las cuestiones que más preocupan a los agritécnico cultores hoy en día son las malezas con resistencia a herbicidas. Por eso, en el stand de Aapresid se analizó qué se está haciendo y qué se debe hacer para resolver el problema.
La asociación viene trabajando en el tema a través de la Red de Conocimiento de Malezas Resistentes (REM) junto a otras instituciones estatales y empresas privadas, con “la idea de generar prevención dando a conocer buenas prácticas de manejo, y brindar información precisa y rápida acerca de la situación de las malezas”, dijo el ingeniero Martín Marzet- ti, responsable del programa. La REM cuenta con técnicos que funcionan como “alertas zonales” denunciando situaciones de peligro por resistencia en cada región.
Además, realiza talleres de capacitación y publicaciones gratuitas, y está construyendo el mapa de malezas resistentes de Argentina. “El sorgo de Alepo es la principal maleza resistente a glifosato, pero también lo son Amaranthus, Eleusine, Echinochloa, Cynodon, rye grass, y la lista se sigue ampliando”, repasó el técnico.
En la zona núcleo, la rama negra constituye un enemigo importante por su tolerancia a glifosato, aunque existen prácticas para controlarla. Pero es en el norte de Córdoba y en el NOA donde la presión de malezas resistentes y tolerantes es mayor, según relevó la REM. “Queremos correr el foco de la aplicación química para que se incorporen otras prácticas complementarias como rotaciones, cultivos de cobertura, monitoreos correctos; además, promovemos la rotación de herbicidas para evitar nuevos surgimientos de resistencia”, indicó Marzetti.
El sistema Chacras de Aapresid también tuvo su espacio en Expoagro. Se trata de una metodología de trabajo conjunto que se realiza tranqueras adentro con el objetivo de solucionar problemáticas de los sistemas de producción de una región en particular.
Cada equipo de trabajo está integrado por los mismos productores afectados, especialistas de INTA, universidades u otros organizaciones referentes, y un de Aapresid responsable de la ejecución del proyecto. Entre todos abordan la situación, hacen una caracterización de la zona con la información disponible y determinan un “árbol de problemas”.
A partir de allí arman un plan de trabajo consensuado y se ponen manos a la obra. “En este sistema, el productor es protagonista, decide sobre qué trabajar, pone su campo y su dinero, y esto hace que se involucre plenamente”, dijo Juan Caporicci, gerente del programa. Actualmente están funcionando cuatro experiencias en Pergamino, Río Negro, Corrientes y Neuquén.
Otras de las charlas que despertaron interés fueron las de Agricultura Certificada (AC). Se trata de un sistema de gestión de calidad para esquemas de producción extensiva en siembra directa creado por Aapresid, recordó Juliana Albertengo, hasta hace poco responsable del área y que ahora pasó a la de Prospectiva Tecnolológica.
Florencia Cappiello, del equipo de AC, agregó que sus pilares son “las buenas prácticas de manejo tanto agrícolas como ambientales y empresariales; la medición de indicadores agronómicos; y el respeto de un sistema de gestión de calidad que implica el registro de la información y los procesos más importantes que se desarrollan en el campo”.
Un camino para ser más eficientes, garantizar la sustentabilidad y estar listos para las exigencias de calidad a las que tienden los mercados internacionales.