Clarín - Rural

¿Sembrar o no sembrar?

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Después de dos años para el olvido, la producción agrícola argentina ha entrado en un camino difícil. Deberá discernir entre la siembra con incierto resultado final -ya que, con rindes normales, los números no cierran con los valores actuales- o “pasar” y dejar campos sin trabajar o alquilar, algo que parece ya hicieron los dos más grandes pools de siembra, que no han renovado los contratos vencidos.

Para la producción local no son para nada atractivos los valores de 169 dólares para el maíz y 295 dólares para la soja de la campa- ña 2013/14, y algunos operadores estudiaban la posibilida­d de comprar en estos niveles y no sembrar, para lo cual necesitan una gran inversión. Así, apostarían a una sola variable, el precio.

En el exterior, la tendencia parecía ser más de lo mismo, valores muy firmes en la posición más cercana y de gran tranquilid­ad para las lejanas, cuando las condicione­s climáticas en EE.UU. parecen ser las ideales para los cultivos.

En la plaza local los valores copiaban la tendencia marcada por Chicago, aunque por motivos dique, versos, mientras las posiciones de la próxima campaña caían. Los disponible­s de trigo y soja mantenían sus valores y el maíz disponible iba cayendo a medida que partían los vapores cargados con el forrajero.

En tanto, el secretario de Comercio aprovechó la reunión de la “mesa de maíz” para también hablar de trigo, después de suspender las exportacio­nes de grano y harina. Afirmaba que había 3,5 millones de toneladas en existencia, pero en los corrillos se decía que, de ser así, el mercado no hubiera llegado a los 2.600 pesos después de la medida, se pagó en el interior de la provincia de Buenos Aires.

Luego de haber superado los 1.100 pesos por entregas muy rápidas, el maíz fue cayendo y al cierre los valores del inmediato rondaban los 950 pesos y la posición julio marcaba 180 dólares.

La soja resistió el piso de 1.700 pesos, que continuaba sin ser atractivo para la oferta. Para algunos analistas la economía china se enfriaba y para otros no mucho, lo que balanceaba los mercados, que parecían entrar en una tendencia pendular. t

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