Responsabilidad social, en la mira
A medida que pasan los años, el término Responsa-actividad bilidad Social Empresaria (RSE) pareciera estabilizarse como un “artículo de moda”. Está en la prensa, en los informes financieros, en revistas y noticias de Internet. Se crean organizaciones que ofrecen ayuda a las empresas para cumplir con requerimientos de transparencia y exigencias de conducta. Y también hay índices globales que rastrean la performance financiera de compañías multinacionales que lideran el concepto de sostenibilidad.
Si alguna vez fue diferente, hoy ya no podría concebirse que el concepto Responsabilidad Social Empresaria se ubique en el último escalón de las expectativas de un directorio. La RSE impregna las esferas de los negocios y su influencia llega a todas las áreas: la estrategia empresarial y las operaciones cotidianas, a todos los niveles de la compañía.
Muchas empresas grandes y pequeñas se ven envueltas en la RSE; sin embargo, continúan surgiendo las mismas preguntas: ¿Es la RSE un buen negocio? ¿Puede proveer alguna ventaja competitiva? ¿Hasta qué punto puede el costo-beneficio de invertir en RSE reflejarse en un balance?
Con cierta frecuencia, la llamada conducta corporativa sustentable se considera demasiado cara, llevando erróneamente a la conclusión de que los beneficios económicos y esas prácticas son mutuamente excluyentes. Los departamentos de finanzas y los contadores de las empresas tienden a recortar las inversiones hechas en esa área. Sin embargo, la del Indice de Sustentabilidad del Dow Jones destruye ese mito. Una empresa con alta performance como Unilever lidera el Sector de Bebidas y Alimentos del índice de sustentabilidad.
Para muchas empresas en Latinoamérica, la RSE está convirtiéndose rápidamente en un diferencial. De hecho, ayudó a muchas multinacionales a establecerse en la región como líderes. Lo que solía ser definido como “bonitos proyectos” -respetablemente filantrópicos pero no relacionados con los negocios- está siendo reemplazado por otra actitud dentro de la estrategia de las compañías. Además de contribuir a la mejora de la sociedad, forjando más sólidas relaciones entre la empresa y la región donde está presente e incrementando la visibilidad de la compañía, la RSE está estableciéndose en una posición destacada dentro de las organizaciones. Y puede jugar un rol importante en cómo se conducen los negocios.
Las empresas deberán integrar la RSE en las operaciones claves que parten de los niveles de producción y atraviesan el desarrollo de un producto. Las empresas más grandes tienen una responsabilidad acorde con su liderazgo, a fin de demostrar su consistencia en toda la cadena de producción.
Este último compromiso requiere que la RSE sea establecida en y por la alta dirección. Y cuando la RSE se mueve hacia el centro de las estrategias corporativas, ya no es objeto de recortes presupuestarios. No es simplemente un ítem más del presupuesto. No es un tema de costos: es ahora parte de una filosofía corporativa. t
Nota de la redacción: La autora es directora ejecutiva de Solidagro Asociación Civil.