Un aporte al rendimiento
Marcelo Carmona, de la Fauba, explicó cómo los fosfitos activan las defensas naturales de la planta.
La agricultura siempre está en la búsqueda de alternativas para el incremento de los rendimientos. Estas pueden ser desde nuevas estrategias de manejo o una mejora en la nutrición de los cultivos, o bien aplicaciones de productos más eficaces para el control de adversidades fitosanitarias.
Dentro del taller de fitoestimulantes, en el Congreso de Aapresid, en Rosario, Marcelo Carmona, especialista en fitopatología de la Fauba, planteó a los fosfitos como una alternativa complementaria a las medidas clásicas de control sanitario.
De esta manera, Carmona expli- có que estas sustancias que promueven las defensas naturales de las plantas refuerzan la potencialidad del cultivo. Así, reseñó que hay una tendencia a nivel mundial que busca que la planta se defienda con sus propios medios y, de esta forma, los fosfitos pueden funcionar como biopesticidas.
Una de las primeras cuestiones que aclaró es la composición de estos fitoestimulantes y, así, aprovechó para negar que los fosfitos, al ser un derivado de ácido fosforoso, sean también una fuente de fósforo. Estos ácidos, combinados con distintos cationes, pueden moverse por la planta tanto hacia la parte aérea como la radicular, lo cual es una gran ventaja, explicó el especialista, ya que ejercen una protección integral.
Esta nueva tecnología, comentó, viene a aportar su granito de arena al desafío que tiene la agricultura actual, que es combatir los hongos del suelo, una amenaza que está instalada en todas las regiones del país. La importante difusión y adopción de la siembra directa creó las condiciones necesarias para la gestación de este problema, comentó Carmona, y por ello los fosfitos pueden ser herramientas útiles para el control de patógenos de suelo, así como de enfermedades de fin de ciclo en soja, que también son un importante problema.
El especialista explicó por qué los hongos del suelo son difíciles de manejar y dijo que se debe a “la escasa resistencia genética que tienen los cultivos, el amplio rango de hospedantes de estos patógenos, la formación de estructuras de resistencia y la imposibilidad de un control químico tradicional; todas características que hacen a esta amenaza”.
Por otra parte, anticipó que recién se están haciendo las primeras evaluaciones para conocer los efectos de la aplicación de los fosfitos sobre la semilla, ya que hasta el momento las aplicaciones se hacen sobre la parte aérea de la planta.
De acuerdo a los resultados de las primeras experimentaciones sobre la semilla, que lleva a cabo junto a la empresa Spraytec, de origen brasilero, dijo que haciendo aplicaciones mezclas de fosfito y manganeso se lograron excelentes controles en Sclerotinia. Además, señaló que el fitoestimulante no fue tóxico para la semilla.
Por su parte, el especialista también comentó que en sus ensayos se están viendo excelentes controles de enfermedades de fin de ciclo cuando el tratamiento se hace con fosfitos de cobre. Al respecto dijo que estas enfermedades han tenido gran crecimiento en los últimos diez años.
La agricultura necesita de más alternativas de manejo y los fosfitos pueden ser una de ellas.