Subió la oferta y el precio aguantó

Hasta el jueves se habían vendido en Liniers 24.057 vacunos. Ese volumen representó casi 5.000 cabezas más (un 29 por ciento arriba) que el promedio del año pasado (que no se ha modificado en lo que va de este año), de casi 18.600 vacunos. Sin embargo, pese a esta circunstancia, los precios casi no se movieron.

El novillo se vendió a un promedio de $ 9,45, un 2,5 por ciento por encima de los $ 9,22 del pasado mes de septiembre, pero sólo para ubicarse en el tercer mejor precio del año. Los valores más altos siguen siendo los $ 9,66 de febrero y los $ 9,52 de junio.

En síntesis, hubo mucha oferta, pero eso no se reflejó en una baja de los precios.

Determinar qué es lo que se impuso en el mercado está generando debate entre los operadores que trabajan en el Mercado de Liniers.

Algunos hicieron referencia al feriado del lunes, pero ese primer día de la semana en Liniers es muy poco relevante, ya que sólo canaliza alrededor del 9 por ciento de la comercialización semanal de este mercado concentrador de hacienda.

Entre los motivos, algunos no dejaron de señalar el consumo de carne de cerdo, que habría llegado a 11 kilos en septiembre, un 37 por ciento más que el tradicional de 8 kilos. Otros especularon también con la menor oferta de pollo, que elevó el precio a $ 18 en góndola, contra $ 15 o menos de septiembre (lo que marca una suba de 20 por ciento).

Pero nadie hizo referencia a la demanda exportadora, que se llevaba el 22 por ciento de la producción en los años 70, el 16 por ciento entre aquella década y la del 2000, y que ahora sólo absorbe el 7 por ciento. t