Con la mirada en el futuro
En este artículo, el autor repasa la historia productiva de la Argentina hasta llegar al presente que encuentra al país como uno de los principales exportadores de alimentos. En este contexto, explica que “se hace necesaria una planificación seria en medi
Nací en 1924 en una chacra de la pampa gringa del oeste de la provincia de Santa Fe. Fui el menor de nueve hermanos, fruto esperanzado de un matrimonio de jóvenes inmigrantes italianos. En 1930, con seis años, realizaba tareas de boyerito. A fines de la década, alternaba el estudio con las rudas cosechas a mano de maíz.
A nuestro país hasta entonces le iba muy bien: desde 1875 hasta 1920 la economía creció a una tasa media anual del 5,4%, y el sector agropecuario 4,6%. En ese medio siglo, el PBI aumentó 14 veces y la producción agropecuaria 11 veces. El crecimiento de las exportaciones agropecuarias entre 1875 y 1910 fue 6,5% para la ganadería y 20,5% para la agricultura. Para principios de 1900, el sector ganadero representaba el 19% del PBI y el agrícola el 17%. En 1875 se sembraban sólo 340.000 hectáreas, en 1914, 24 millones; en tanto para 1930 decayeron a 16,7 millones de hectáreas.
Por la crisis mundial de 1929, el cierre de la Commonwealth y la baja de precios, nuestro agro pasó a descender a razón de un 2% anual hasta los años 1980. Merced al sacrificio desplegado por los hijos y los nietos de los inmigrantes que fecundaron la Argentina a comienzos de 1900, el sector agropecuario se recuperó por sí solo y, entre otros hitos, llegó en 2005 a batir un record histórico al explotar 77 millones de hectáreas. La aparición de la soja en 1974 jugó un rol destacado en esta recuperación, llegando a ocupar el 55% del área cultivada.
Hoy, Argentina es el primer exportador mundial de harina de soja y de aceite de soja, el segundo exportador mundial de aceites y harina de girasol y el tercer exportador mundial de poroto de soja. Argentina es el segundo exportador mundial de maíz, el quinto exportador mundial de trigo, el cuarto productor mundial de biodiesel y principal exportador mundial. El octavo productor mundial de alimentos, según la FAO. Séptimo exportador de alimentos según la OMC.
La mayor parte de estos alimentos se cultivan, producen o industrializan en el ámbito geográfico de la región centro, integrada por las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.
> Complejo sojero Con 49 millones de tns. anuales, es el de mayor peso en la balanza comercial
En lo que respecta puntualmente a la soja: Argentina es el tercer productor mundial, con 49 millones de toneladas anuales. El complejo sojero es el más importante de la balanza comercial de nuestra nación.
Pero con miras a optimizar nuestra creciente producción se hace necesaria una planificación seria en medios de transporte y comunicación. Para ello, los pro- ductores agropecuarios, a través de nuestras instituciones, debemos implementar un sistema de diálogo con el gobierno de turno, de modo tal que efectivamente se lleven a cabo las obras de infraestructura que son indispensables.
Es primordial el mejoramiento de los caminos rurales y de las rutas provinciales y nacionales. De igual modo se debe llevar a cabo una mayor inversión en ferrocarriles para lograr un superior volumen de cargas y un mejor tendido de las líneas ferroviarias hacia las terminales portuarias.
Se debe incentivar el transporte por barcazas, por su positivo impacto económico y ecológico, al ser el menos contaminante. En el núcleo sojero existe el proyecto de prefactibilidad del dragado del río Carcarañá, un gran sueño de integración surgido de los notables estudios llevados a cabo por el ingeniero Luis Augusto Huergo en 1902, primer presidente de la Sociedad Científica Argentina. Este proyecto fue retomado por el suscripto en dos publicaciones efectuadas en los años 1997 y 1998, habiendo interesado desde entonces a los sucesivos gobernadores de la provincia de Santa Fe y demás gobiernos e instituciones de la región involucrada.
Este dragado puede desarrollarse sin costo para el Estado a través de una licitación privada internacional. Su traza, partiendo de la desembocadura del río Carcarañá en el río Coronda y de ahí en el Paraná, se extendería a las provincias de Córdoba -por sus ríos Tercero, Cuarto y Quinto-, San Luis -mediante un canal artificial- y hasta Mendoza, con el río Tunuyán.
Esta obra es tan vital como la hidrovía del Paraná- Paraguay que tanto optimiza los ríos como corredores extractores de la producción. Por cierto, no hay competencia entre los medios de transporte por camión, tren y barcazas, toda vez que nuestra creciente producción los demanda a todos por igual.
En síntesis, los hombres de campo siempre apostamos al trabajo productivo. Por tanto, sin perjuicio de nuestros justos reclamos y fundadas críticas, siempre debemos tener propuestas superadoras con miras a lograr un desarrollo sustentable que beneficie a todos los argentinos. t