El cambio climático se seguirá profundizando
La afirmó un grupo de especialistas, en Rosario.
Mucho se ha escuchado hablar sobre cambio climático, con algunas voces incrédulas y otras apocalípticas. Lo cierto es que el proceso está en marcha y la producción agropecuaria tiene mucho que ver en esto.
“La temperatura del planeta está aumentando en forma continuada desde hace 120 años, debido principalmente a actividades antropogénicas que incrementan el efecto invernadero natural de la Tierra a través de la emisión de gases como el dióxido de carbono y el óxido nitroso”, explicó Graciela Magrin, del Instituto de Clima y Agua del INTA, especialista en climatología y cambio climático, durante un seminario llevado a cabo en Rosario la semana pasada.
La velocidad con que se ha producido este aumento de temperatura no se había registrado nunca antes y se aceleró desde 1960. En términos generales, en América
La temperatura del planeta sube en continuado desde hace 120 años”
Latina, la media sube entre 1ºC y 2 ºC cada siglo. “Se modifican las lluvias y se intensifican los eventos climáticos adversos, tanto en frecuencia como en severidad; el cambio climático está sucediendo y va a ser más intenso con el tiempo”, aseguró Magrin, en el evento organizado por la Red Argentino-Americano para el liderazgo y la empresa Agropharma, que contó con el apoyo de la Bolsa de Comercio de Rosario y la embajada de EE.UU. en Argentina, entre otros.
Actualmente, precisó que hay más variabilidad, alternándose períodos de concentración de lluvias con otros en los que se espacían, causando inundaciones o sequías, y se registran a menudo olas de calor.
El sector agropecuario es uno de los responsables del cambio climático y es a la vez uno de los sectores más afectados. De acuerdo a Miguel Taboada, de la Universidad de Buenos Aires y el Conicet, en Argentina la agricultura, en sentido amplio, aporta un 44% de los gases de efecto invernadero (GEI).
Se intensifican los eventos climáticos adversos, en frecuencia y severidad; el cambio climático va a ser cada vez más intenso Graciela Magrin Experta en climatología
“La quema de residuos agrícolas y el incendio de bosques aportan óxidos nitrosos (N2O), metano (CH4) y monóxido de carbono (CO); el manejo agrícola de los suelos genera óxido nitroso mientras que, por ejemplo el arroz produce metano”, enumeró el ingeniero.
Según la FAO, la ganadería contribuye con un 18% del total de emisiones de GEI del mundo. Es que “una vaca es un biodigestor
Prácticas como la quema de residuos agrícolas y el incendio de bosques aportan óxidos nitrosos, metano y monóxido de carbono Miguel Taboada Conicet
con patas, ya que emite entre 1.000 y 1.300 litros de gas por día, un 75% de CO2 y el resto de metano”, dijo Guillermo Berra, veterinario, del INTA Castelar.
Entre las medidas para enfrentar el cambio climático, Magrin sugirió manejar el riesgo a través del uso de pronósticos, seguros agrícolas y sistemas de alerta; además de diversificar la producción y escalonar las siembras. “Debemos ser más eficientes en el uso y
Hay que ofrecer a los animales alimentos de mayor digestibilidad, que producen menor cantidad de gases de efecto invernadero Guillermo Berra Veterinario del INTA
la productividad del agua, y hacer un ordenamiento territorial serio”, agregó.
La genética es también una buena herramienta para introducir resistencia a altas temperaturas y estrés hídrico. En los planteos ganaderos, Taboada instó a “ajustar el stock a la productividad de las pasturas, incluir forrajes adaptados, asegurar una adecuada disponibilidad de agua, usar suplementos y concentrados en las dietas”.
Asimismo, aconsejó trabajar en siembra directa, rotar con mayor intensidad de cultivos, manejar nutrientes, integrar agricultura y ganadería, usar abonos orgánicos y hacer un buen manejo de pastizales y pasturas. Por su parte, Berra recomendó “ofrecer alimentos de mayor digestibilidad que producen menor cantidad de GEI”.
En la actualidad, Estados Unidos es responsable de un 60% de las emisiones de GEI del mundo, Sudamérica aporta un 5% y Argentina apenas el 0,5% del total. Para 2020, unos 500 millones de hectáreas van a entrar al sistema productivo agrícola, especialmente en Latinoamérica (principalmente en Brasil y Argentina) y en Africa subsahariana.
Por eso, como dijo Magrin, “se necesitan sistemas sostenibles en el tiempo para reducir la vulnerabilidad, incrementar la capacidad adaptativa y lograr un desarrollo realmente continuado de nuestra región”. t