La venta de campos está en el “freezer”
Un especialista en la materia dice que el mercado está casi paralizado por un conjunto de factores.
Tras diez años de mucha actividad inmobiliaria y alza sostenida del precio de la tierra, el mercado de campos se encuentra ahora en una meseta caracterizada por muy pocas transacciones y una leve baja en los valores. Las razones: trabas cambiarias, incertidumbre política y, en menor medida, una menor rentabilidad del negocio agropecuario.
Un informe elaborado por Juan José Madero, director de la división campos de la inmobiliaria L.J.Ramos, repasa los vaivenes de la actividad inmobiliaria rural de los últimos trece años: “Después de 2001 hubo seis meses de parate en las operaciones inmobiliarias por falta de referencias. Luego, los valores bajaron a la mitad de lo que estaban a fin de 2001, pero rápidamente comenzaron a subir, y siguieron subiendo hasta el ciclo 2008-2009. La aplicación del cepo cambiario en octubre de 2011 fue un hito que marcó un antes y un después; hubo cierta inercia en el primer semestre de 2012, pero ahora llevamos casi dos años con muy baja actividad. Los negocios hay que sacarlos con tirabuzón”.
Según el especialista, los vaivenes de la vida política argentina tienen su correlato en la oferta y demanda de campos. “El resultado de las PASO hizo reactivar el interés pero la operación de la Presidenta volvió a paralizar todo. Hay mucha incertidumbre. Todas las señales políticas repercuten en el campo porque es una inversión estratégica a largo plazo”, dice Madero.
En este amesetamiento de la actividad también juegan la dificultad para efectuar operaciones en dólares y la salida del mercado de los capitales extranjeros a partir de la Ley de Tierras. Al mismo tiempo, la caída en la rentabilidad del negocio agropecuario llevó a una baja en el valor de los campos respecto a fines de 2011. En la pampa húmeda, los precios son un 15%-20% más bajos que a fines de 2011, mientras que en zonas más marginales la baja es del 30%.
Esta división entre campos de buena aptitud agrícola y campos marginales determina el mercado. Según el informe de Madero, la oferta de tierras no varió en los últimos meses, pero si varió la calidad, habiendo mayor disponibilidad de campos marginales. “Los que tienen un buen campo no lo quieren vender porque saben que el valor puede volver a subir en el próximo gobierno, y prefieren alquilarlo, aunque los valores de los alquileres hayan bajado un poco respecto a las últimas campañas”, explica el broker. “Para campos marginales si hay algo de oferta, pero no mucha demanda”, agrega.
Luego comenta que ve un incipiente interés por campos de aptitud ganadera, tal vez vinculado con la reciente suba en el precio de la hacienda, pero recuerda que se trata de una actividad en la que hay que pensar a largo plazo, una tarea complicada en la Argentina. “Hay que tener en cuenta que el asado del próximo gobierno se empieza a jugar en el servicio actual”, dice, y luego concluye: “Argentina tiene que dejar de dar señales y empezar a dar certezas”.
Según el informe, en la zona núcleo maicera los valores actuales oscilan entre los 15.000 y los 17.000 dólares por hectárea; en el oeste pampeano, van de los 5.000 a los 8.000 dólares, y en la zona triguera del sur de Buenos Aires, de 3.000 y 6.500. t