Los transgénicos se siguen expandiendo en todo el mundo
En el último año, se alcanzaron las 175 millones de hectáreas sembradas con OGMs entre 27 países. Son 5 millones de hectáreas más respecto a 2012.
En el 2013 alcanzaron las 175 millones de hectáreas sembradas entre 27 países.
Los cultivos transgénicos se convirtieron en una herramienta fundamental para muchos agricultores de todo el mundo. Eso se desprende del informe anual que difunde el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés), el cual fue recientemente publicado.
En el trabajo se indica que más de 18 millones de agricultores, localizados en 27 países, sembraron 175 millones de hectáreas de cultivos transgénicos durante el 2013, cinco millones más de hectáreas que el año anterior.
De acuerdo al ranking que hizo la organización, Estados Unidos se mantiene como el líder global en la adopción de cultivos genéticamente modificados (GM) con 70 millones de hectáreas sembradas (el 40% del total) y está seguido por Brasil y Argentina. De los 27 países que sembraron cultivos GM, 8 son industrializados y 19 son países en vías de desarrollo. El trabajo señala como relevante este hecho ya que es el segundo año en el que los países en desarrollo sembraron más hectáreas de especies transgénicas que los países industrializados.
Los productores en América Latina, Asia y Africa, en conjunto, cultivaron el 54% de las hectáreas de cultivos transgénicos. “Durante el año pasado, el desarrollo fue encabezado por los países en desarrollo, principalmente Brasil”, señaló Clive James, fundador y presidente de ISAAA.
El informe indica que los países en desarrollo continúan avanzando en la investigación, el desarrollo y la comercialización de biotecnología y demostraron la voluntad política de aprobar nuevos cultivos y características.
El trabajo indaga aun más sobre la escala de los productores y cita que más del 90% de los que cultivaron transgénicos son pequeños productores de bajos recursos.
Según Clive James, otro de los
países que está ponderando la importancia de los cultivos transgénicos es China con la siembra de algodón genéticamente modificado. “Los chinos ya percibieron los beneficios del algodón transgénico y ahora podría beneficiarse del maíz transgénico, especialmente para la producción animal. También podría beneficiarse de la incorporación de características para el arroz, que es un alimento básico en Asia”, dice James.
En el caso del algodón transgénico, el año pasado generó beneficios económicos por 2.200 millones de dólares, a la vez que disminuyó en un 50% las aplicaciones de insecticidas.
Respecto al maíz en China, el trabajo de ISAAA consigna que en ese país ya se podría estar cerca de la aprobación de un maíz GM con fitasa, el cual recibió la aprobación técnica favorable en 2009, junto con dos eventos de arroz. En China, la demanda de alimento para 500 millones de cerdos y 13.000 millones de aves hace que el país dependa cada vez más de la importación de maíz.
Con el cereal, señala el trabajo, en EE.UU. ya se están haciendo las primeras pruebas de híbridos modificados tolerantes a sequía. En la zona del cinturón maicero de Estados Unidos, afectada por esta adversidad climática, aproximadamente 2.000 agricultores cultivaron cerca de 50.000 hectáreas del primer maíz transgénico tolerante a sequía. También, en la otra punta del globo, Indonesia desarrolló y autorizó la siembra comercial de la primera caña de azúcar tolerante a sequía, con planes de comercializarla en 2014.
Por otra parte, en unos años más, el cereal también será un cultivo clave para el continente africano, de acuerdo a lo que informa el trabajo. La tecnología del maíz transgénico tolerante a sequía ha sido donada por sus desarrolladores a África, a través del proyecto WEMA (Water Efficient Maize for Africa), una iniciativa público-privada implementada por el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo (Cimmyt) y la Fundación Africana de Tecnología Agrícola (AATF) con sede en Kenia.
Las sequías son la limitación más importante de la productividad de maíz en Africa, donde la supervivencia de 300 millones de personas depende de ella. La siembra de maíz GM tolerante a sequía en Africa se proyecta para el año 2017.
Más beneficios
De acuerdo al trabajo confeccionado por el ISAAA, entre 1996 y 2012, los cultivos transgénicos contribuyeron positivamente a la seguridad alimentaria, la sustentabilidad y el ambiente
Además, los cultivos genéticamente modificados hicieron su aporte a través de la disminución de los costos de producción y el aumento de la productividad de los cultivos.
Entre los beneficios ambientales, según afirma el informe elaborado por la entidad, los OGM permitieron la disminución en la aplicación de los fitosanitarios (497 millones de kilogramos menos de agroquímicos aplicados en 2013), se redujeron las emisiones de dióxido de carbono (27.000 millones de kilos solamente en 2012, el equivalente a sacar de circulación 12 millones de autos por año), la conservación de la diversidad biológica (evitando que 123 millones de hectáreas sean usadas para la producción agrícola entre 1996 y 2012) y el alivio de la pobreza de 16,5 millones de pequeños agricultores y sus familias.