Aacrea destaca la gran chance que tiene el trigo en la nueva campaña
El trigo ya se asoma a la nueva campaña con precios y clima a favor, pero la política oficial sigue siendo el gran contrapeso que traba otro despegue.
Analiza los precios y el clima que se viene. El lastre, las trabas oficiales.
El actual podría ser un año muy favorable para la promuestran ducción de trigo en la Argentina, que permitiría aportar divisas al país y generar empleo en las provincias durante los meses de invierno y primavera. No obstante, para que ese proceso se concrete, es preciso que se genere un marco de confianza y previsibilidad.
Al revisar las estadísticas de la producción triguera argentina, los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola ( CREA) que la Argentina cayó del quinto puesto en el ránking de países exportadores en el 2000, al décimo puesto en la actualidad. Este resultado es consecuencia de que los dos últimos ciclos productivos fueron los peores de los últimos 100 años: en 2013/ 14 se sembraron 3,6 millones de hectáreas y se cosecharon 9,2 millones de toneladas según el Minagri. En las últimas seis campañas hubo áreas de siembra muy inferiores de los registros históricos, de entre 6 y 7 millones de hectáreas.
Recuperar una proporción de la superficie sembrada con el cereal permitiría el ingreso de divisas a fines de 2014, cuando se acaben los dólares de la soja. También daría recursos a los productores para cancelar deudas y financiar la siembra de granos gruesos.
La mayor siembra se podría concretar con facilidad gracias a la suficiente humedad que hay en los suelos. También favorecerían a los cultivos los pronósticos de un próximo fenómeno El Niño, que generalmente produce buenas precipitaciones para Sudamérica y escasas para Australia, el principal competidor en las exportaciones de trigo del Hemisferio Sur. El escenario internacional también es favorable para los precios, porque los cultivos de EE. UU. atraviesan una sequía y se mantienen las dudas sobre el flujo de mercadería proveniente del Mar Negro, que hoy alcanza al 25% de las exportaciones mundiales de trigo.
La decisión de sembrar o no trigo se toma en las próximas semanas. Por ahora, el marco económico del cultivo da números muy justos, sobre todo en campos alquilados. No obstante, rápidamente se podría concretar un aumento de área sembrada si los productores perciben un cambio en las políticas oficiales.
Serían señales positivas la rápida liberación del mercado para el trigo del ciclo 2013/ 14, y volver al sistema que permitía exportar sin restricciones cuantitativas, en un marco general de libre juego de la oferta y de la demanda en el mercado. Si pudieran capturar los precios internacionales de 330 dólares por tonelada FOB, los agricultores estarían dispuestos a producir y a generar riqueza y trabajo con el trigo, también diversificando la rotación.