La Bolsa de Rosario ve un crecimiento cercano
En el clásico remate del primer lote sojero del año, el titular de la BCR dijo que podría llegarse rápido a las 120 millones de tns. Pero pidió cambios.
Pero pidió cambios para liberar la fuerza del agro.
La semana pasada, en la Bolsa de Comercio de Rosario, se llevó a cabo el tradicional remate del primer lote de soja de esta campaña arribado a los puertos de esa ciudad. El acto, que da inicio simbólico a la comercialización de la oleaginosa, sirvió para que el titular de la entidad anfitriona, Raúl Meroi, destacara la posibilidad inmediata de crecimiento de la producción argentina de granos, pero también reclamara medidas para concretar ese potencial.
Meroi indicó que el país podría producir en breve 120 millones de toneladas de granos, cuando en esta campaña podrían apenas superarse 100 millones.
Durante el acto, del que participó el gobernador santafesino, Antonio Bonfatti, y autoridades naciones, provinciales y municipales, indicó que “los 55 millones de toneladas de soja que posiblemente se obtendrán este año revalidarán el posicionamiento de la Argentina como productor y exportador de primera magnitud en el mercado mundial”.
Meroi consideró que ese mismo récord “evidencia una excesiva concentración en pocos cultivos, lo que conspira contra el nivel de sustentabilidad y deseable rotación”. Y señaló como motivo de ello a la falta de confianza del productor respecto de las condiciones de comercialización, principalmente del trigo y maíz.
“Esta desconfianza deriva de las malas experiencias que durante los últimos años enfrentaron los mercados de estos cereales, resultantes de las aperturas y cierres intempestivos de los registros de exportación y de las limitaciones en los plazos de las ventas al exterior”.
Así, reclamó a las autoridades que permitan que los mercados se expresen libremente, para que puedan expresar el resultado real de la oferta y la demanda.
Además, el titular de la BCR reclamó reducir o eliminar las retenciones a algunos cultivos como el girasol, que se reabra la importación temporaria de soja de países vecinos para procesar aquí, expandir el uso del biodiésel a usinas termoeléctricas y el transporte público y, finalmente, advirtió que la infraestructura de transporte puede ponerle límites a crecimiento de la producción.