El conocimiento, para enfrentar la baja de la proteína en la soja
El congreso de Acsoja hizo foco en los problemas de calidad del cultivo.
El reciente seminario de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina ( Acsoja), llevado a cabo en la Bolsa de Comercio de Rosario, dejó varios puntos interesantes para analizar. Los problemas agronómicos surgidos en las últimas campañas y la baja en la calidad del producto final son evidencias de que el sistema utiliza- do está teniendo fallas importantes, de las cuales son responsables todos los integrantes de la cadena, indicó la entidad.
Acsoja reconoció que desde hace un tiempo se nota una falla en la transferencia de conocimientos a los productores agropecuarios. Durante el seminario se dijo que los profesionales de la cadena son los encargados de generar datos sobre cómo utilizar las tecnologías. “Esta es nuestra tarea fundamental. Debemos entender que ya no solo se necesita capital y tecnología para producir soja, sino también conocimiento”, remarcó Marcelo Carmona.
El fitopatólogo afirmó que “hay alternativas de manejo - más allá de la impactante tecnología- que todavía no han sido utilizadas y que deberían ser incorporadas”, y dijo que muchas veces se cometen errores en la gestión de los cultivos porque, por ejemplo, los productores buscan la eliminación de las plagas para obtener una mayor rentabilidad, aunque a veces es necesario entender que hay que convivir con determinados umbrales de plagas. “No se debe aumentar la dosis y la frecuencia de uso de los productos todos los años. Pero a veces esto pasa porque no hay conocimiento”, reconoció con preocupación.
La inquietud industrial por la caída de la proteína y el aceite en la oleaginosa fue otro de los temas que atrajo al auditorio. Martha Cuniberti, del INTA Marcos Juárez, explicó que el problema se ha venido acentuando durante las dos últimas campañas, por factores ambientales predisponentes a una alta productividad pero también a una baja proteína.
Según la especialista, el nivel de proteína registra los guarismos más bajos de los últimos 17 años. Para enfrentar el problema, Cuniberti dijo que hay que poner el acento en mejorar el manejo, incorporando más fósforo y azufre para reponer lo que el cultivo va tomando del suelo. “Estos dos fertilizantes contribuyen a una mejor asimilación simbiótica del nitrógeno, con resultados que se reflejan en un incremento de rendimiento y proteína a la vez”.
La naturaleza y los porotos están hablando de lo mismo, y la respuesta ya no está en un producto mágico, sino en aplicar más conocimiento al manejo. t