La sustentabilidad, pensada en cadena
Molinos mostró su reporte en este tema y destacó el trabajo que hace desde los contratistas a campo hasta el biodiésel.
El jueves pasado, en el marco de la presentación del resus porte de sustentabilidad de unas de las empresas más grande del país, Molinos, la compañía decidió destinar un importante capítulo al agro, para destacar la importancia de abastecerse de materias primas de calidad para procesos industriales.
Así, hizo foco en las buenas prácticas agrícolas que lleva adelante en los campos que trabaja, que se componen de siembra directa, rotación de cultivos, gestión integrada de agroquímicos, recuperación de nutrientes del suelo y uso racional de la maquinaria.
“Estas prácticas representan un aporte importante en materia de emisiones de gases de efecto invernadero”, destacó el informe, que en su tramo “agro” explicó Omar Mazany, gerente comercial del negocio de graneles.
En cuanto a la gestión de los agroquímicos, hay un punto especialmente interesante, ya que se afianzó la técnica de triple lavado, perforado y reciclado de envases, contratando a dos empresas que dan el servicio y entregan el certificado sobre la correcta disposición final de esos envases.
El área de producción agrícola estableció el año pasado una Norma de Gestión Productiva, que documenta los procesos, procedimientos y responsables de las actividades, para apuntalar la gestión agrícola y la financiera. Además, en el vínculo con los contratistas, se utiliza una metodología de control denominada Gestión de Labores Agrícolas ( GLA), para optimizar el uso de recursos, ganando en eficiencia y sustentabilidad.
Los contratistas de maquinaria agrícola son, en definitiva, proveedores. Y a muchos de ellos la compañía apoya en sus reconversiones a procesos más sustentables con la sociedad de garantía recíproca ( SGR) Los Grobo, creada en el seno del grupo que lidera Gustavo Grobocopatel y de la cual Molinos tiene ahora el 50%.
Ya en la etapa industrial, la compañía indicó que también están implementando distintos proyectos. Por ejemplo, se desarrolló una línea de harina de soja que permite obtener proteínas texturizadas de igual calidad que las que ahora se importan de Brasil, y se comenzó a utilizar un salmonelicida biológico para garantizar la inocuidad alimentaria de las harinas de soja que se exportan desde la planta tiene en San Lorenzo, en el Gran Rosario, sobre el Paraná.
La industrialización de la soja que lleva adelante la compañía se transforma en harina, aceite y biocombustibles. En esta línea, informó que consiguió ofrecer al mercado un lote de “harina sustentable” a partir de originar poroto de soja certificado bajo el esquema RTRS. Precisó que ya logró un volumen de “soja sustentable” de más de 200.000 toneladas y que aumentó 63% el volumen de “biodiesel sustentable” exportado con certificado. t