La cadena frutícola del Alto Valle, en un momento complicado.
Dos ingenieros agrónomos del Alto Valle ganaron el concurso del asesor del año. Cómo trabajan allí.
Lo relatan dos premiados ingenieros agrónomos que trabajan en la región.
Las economías regionales son producciones típicas de determinadas zonas del país y un gran motor de avance socioeconómico para esas regiones. Es decir, si estas producciones van bien, la región anda bien; de lo contrario, todos sufren.
Eso sucede con la producción de fruta de pepita (manzana y pera) en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén. Es una economía tradicional y reconocida a nivel mundial por la calidad de materia prima que produce.
Tadeo Ballivian y María Susana Uno son dos ingenieros agrónomos, ambos porteños, que forman parte de la cadena de producción de la fruta de esa zona. El tiene como fortaleza la producción primaria y ella conoce muy bien el manejo postcosecha, ya que recibe la fruta dentro de una industria.
Ambos fueron los ganadores del clásico concurso “El asesor de año”, que organiza Dupont y que este año convocó a profesionales del Alto Valle. Un jurado de cuatro especialistas de la Universidad del Comahue y el INTA evaluó las habilidades y conocimientos técnicos de un gran grupo de aseso- res y Ballivian y Uno, la primera mujer que gana el concurso, se quedaron con el triunfo.
Ballivian se desempeña como asesor técnico y, además, como productor frutícola. Llegó a la zona llevado por un proyecto familiar hace veinte años. Allí co-
El asesora y produce ciruela y frutas de carozo. Ella trabaja en una empacadora
menzó a trabajar en la sección de sanidad y terapéutica vegetal del INTA Alto Valle mientras que, paralelamente, comenzaba con la producción de fruta (cereza y frutales de carozo) en una chacra propia junto a dos socios.
Actualmente, su pequeña firma posee 25 hectáreas con frutales en distinto estado de progreso.
Por su parte, Uno llegó a la zona del Alto Valle para hacer una pasantía en manejo postcosecha de fruta en una empresa empacadora, que es en la que trabaja hasta el día de hoy. “Cuando uno llega a esta zona desde Buenos Aires para trabajar como profesional, se conoce otra realidad y sorprende la investigación, tiempo y esfuerzo que hay detrás de un frutal. La fruticultura es una actividad de decisiones complejas, de muy largo plazo en un mundo cambiante”, advierte Ballivian.
Y considerando todos estos aspectos, se lamenta cuando reconoce que el presente de esta economía regional no es el mejor.
“Hay una suba de costos internos que resta competitividad en los mercados externos. Hay desánimo, concentración productiva, falta de ganas de invertir y también se ve que las nuevas generaciones no quieren continuar con la actividad”, manifiesta. Pero, al mismo tiempo, sostiene que todavía hay productores que siguen firmes en su convicción de seguir trabajando bien y apostando a una mejora tecnológica permanente.
Por su parte, Uno, que es jefa de la planta empacadora de manzanas de General Roca de la firma Expofruit Argentina, también tiene su propia visión sobre la realidad del sector. Cuenta que en la empacadora que dirige se encarga de todo tipo de controles de calidad desde que la fruta llega y hasta que se empaca.
“El objetivo de nuestra tarea es mantener la vida útil de la fruta hasta que llega al consumidor”, comenta. Se trata de una tarea clave -destaca la ingeniera-, ya que los consumidores, en algunos casos, están bien alejados de los puertos argentinos. Así, cuenta que durante el primer semestre del año toda la fruta de esa zona se va, en contraestación, hacia la Unión Europea, EE.UU., Rusia y el sudeste asiático y, durante el segundo semestre del año se abastece el mercado brasileño.
Desde su lugar, ella también percibe lo que comentó Ballivian. Reconoce que hay un problema de calidad y que, por eso, está aumentando el descarte. Es decir, la cantidad de fruta que va a la industria. “Y lo que realmente cotiza es la fruta fresca”, se lamenta.
Así ven el negocio dos ingenieros premiados que hacen una tarea que no es de las más conocidas en la región central del país. Pero en una economía regional de gran peso, que vale la pena conocer.