América está hoy ante una gran oportunidad
El autor dice que la región jugará un rol central en la seguridad alimentaria global y que es clave que se enfoque en mejorar la competitividad de las cadenas agrícolas.
La segunda década del siglo XXI ha traído nuevos desafíos y oportunidades para la agricultura del hemisferio, pues el sector y la región son reconocidos como la próxima despensa de alimentos del planeta.
El potencial está sustentado: recientes estudios demuestran que nuestros países poseen un tercio del agua dulce del mundo, un porcentaje que es superior a cualquier otra región del planeta si se mide sobre una base per cápita.
Contamos, además, con más de una cuarta parte de las tierras agrícolas del mundo que se reconocen con un potencial productivo de mediano a alto, y es aquí donde se registra la mayor exportación neta de alimentos. Nuestro continente también cuenta con recursos humanos talentosos con vasta capacidad para la innovación.
Detonar este potencial es crucial para resolver uno de los mayores retos de la humanidad: lograr la seguridad alimentaria global y reivindicar el papel de la agricultura en este objetivo.
Hace más de 71 años nació el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con un propósito que hoy mantiene vigencia: promover el desarrollo agrícola y el bienestar de las poblaciones rurales.
El instituto trabaja en forma cercana con sus 34 estados miembros para lograr una agricultura más inclusiva, más competitiva y más sustentable. Su activo más valioso es la cercana relación que mantiene con los beneficiarios de su trabajo.
Pero el IICA puede mejorar su cooperación a partir de una buena interpretación de los continuos cambios que ocurren en el sector agrícola y de una comprensión clara de los mandatos de los países.
Con el Plan de Mediano Plazo que se estableció para los próximos cuatro años, y que fue aprobado por nuestros países miembros, renovamos el compromiso de fortalecer al IICA para mejorar la productividad y la competitividad de la agricultura, potenciar la contribución del sector al desarrollo de los territorios rurales, mejorar su capacidad para mitigar y adaptarse a los escenarios de cambio climático, utilizar mejor los recursos naturales y genéticos y aumentar su contribución a la seguridad alimentaria.
Además, los ministros de Agricultura de las Américas nos dieron otros dos mandatos: promover la innovación agrícola e impulsar la gestión integrada de los recursos hídricos.
Estamos empeñados en innovar nuestro modelo de cooperación, con el fin de consolidar al IICA como una organización orientada al logro de resultados concretos y visibles y de facilitar transformaciones positivas en los sectores agrícola y rural.
Brindaremos contribuciones mediante cuatro instrumentos: proyectos insignia, acciones de respuesta rápida, iniciativas de preinversión y proyectos financiados con recursos externos.
Los proyectos insignia se enfocarán a lograr la competitividad y la sustentabilidad de las cadenas agrícolas para la seguridad alimentaria, la inclusión en la agricultura y los territorios rurales, la resiliencia y la gestión integral de riesgos en la agricultura, y la productividad y la sustentabilidad de la agricultura familiar para la seguridad alimentaria y la economía rural.
El instituto, bajo su lema de “un solo IICA”, se compromete a brindar resultados concretos que apoyen el desarrollo agrícola y el bienestar rural del hemisferio. Confiamos en una buena y pronta cosecha. t Nota de Redacción: El autor es el director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).