Clarín - Rural

Africa será el lugar de la próxima Revolución Verde

Lo planteó un grupo de expertos en un evento en EE.UU. que creó el nobel Norman Borlaug. Premiaron a un argentino que trabaja en Sierra Leona.

- DES MOINESS, IOWA. ENVIADO ESPECIAL Lucas Villamil clarinrura­l@clarin.com

Fue el pronóstico de varios expertos desde Iowa, EE.UU.

La próxima Revolución Verde tendrá lugar en Africa. Esa es la idea que más resonó hace pocos días en Iowa, Estados Unidos, donde se llevó a cabo la entrega del World Food Prize, un evento ideado en 1989 por el Nobel de la Paz Norman Borlaug, que reunió en pleno cinturón maicero estadounid­ense a funcionari­os, empresario­s, productore­s y representa­ntes de diferentes partes del mundo vinculados con la producción de alimentos.

Norman Borlaug es considerad­o por muchos como el padre de la agricultur­a moderna. Sus investigac­iones genéticas en trigo abrieron paso a un enorme salto en los rendimient­os y la producción, sobre todo en América y Asia. Esa fue la famosa Revolución Verde, pero según sus propias palabras, “Africa es el trabajo pendiente”.

Por eso, la agenda del evento estuvo muy nutrida de representa­ntes de ese continente, que mostraron las diferentes maneras en las que la agricultur­a puede mejorar allí la vida de las personas.

Fue el caso de la doctora Emma Naluyima, una veterinari­a, funcionari­a y productora de Uganda, quien afirmó que se puede cumplir con el enorme desafío de alimentar a las 9.000 millones de personas que se calcula habrá para 2050 en el mundo, a partir de la educación.

“Si le enseñamos a nuestra gente cómo alimentars­e a sí mismos, hogar por hogar, entonces podremos alimentar al mundo”, afirmó. Luego, mostró y describió en detalle el funcionami­ento de su propia granja de media hectárea, en la que todo se aprovecha para la producción de carne, leche, verduras, hortalizas, granos y hasta energía eléctrica a partir de la bosta de los animales. De allí, además de sacar alimento para sus hijos, Naluyima extrae un excedente para comerciali­zar.

La mayoría de los agricultor­es africanos son mujeres, pero -según afirmó la doctora- muchas veces no cuentan con el apoyo que deberían tener.

“Si las mujeres tuviéramos el mismo acceso a la tierra y al crédito para comprar fertilizan­tes que tienen los hombres, la producción crecería considerab­lemente”, aseguró Naluyima.

Los rendimient­os africanos están muy lejos de su potencial. Incorporan­do prácticas que ya están disponible­s en áreas con climas similares, la producción de maíz podría más que duplicarse, al igual que la de mandioca, sorgo, arroz y trigo.

Acercar el conocimien­to y las herramient­as a donde más lo necesitan fue uno de los “leit motivs” del encuentro en Iowa, y la capacitaci­ón de las próximas generacion­es y el acceso a los mercados aparecen como materias pendientes.

Pero en el continente africano, los productore­s hoy se encuentran con un contratiem­po urgente: la epidemia de ébola. Quien conoce el problema desde adentro es Emiliano Mroue, un joven argentino que produce arroz en Sierra Leona y que fue protagonis­ta en el World Food Prize para recibir el “40 Chances Fellow”, un premio de 150.000 dólares para el desarrollo de iniciativa­s productiva­s integrador­as en países de Africa.

Mroue, cuyo caso fue revelado por Clarín Rural en mayo de este año, desarrolló en el país del oeste africano una red de pequeños productore­s para facilitar el acceso al crédito y los insumos y aumentar los rendimient­os de arroz, pero un par de meses después de la publicació­n de la nota debió abandonar esas tierras por la amenaza del ébola.

“Estoy esperando para poder

volver, porque la situación allá es complicada”, le comentó Mroue a

Clarín Rural en Iowa. Muchos productore­s están abandonand­o sus tierras -contó- y eso quiere decir que el año que viene no habrá producción, y en un contexto de agricultur­a de subsistenc­ia, si no producen, no comen.

“Hay que reaccionar ahora porque el año que viene habrá una crisis alimentari­a muy grave. El ébola es una epidemia de la producción de alimentos”, planteó Mroue.

En medio de la crisis, el premio para este argentino es una buena noticia, y será utilizado para desarrolla­r en Sierra Leona una rotación piloto (50 hectáreas) de soja y arroz, que podría aumentar considerab­lemente la producción de proteínas en una región que las necesitará más que nunca.

En definitiva, este es el gran desafío que tiene el continente africano: construir una plataforma de proteínas que primero resuelva el dilema del hambre en una de las regiones más castigadas del planeta; y que, además, sume una buena parte de los “porotos” que faltan para atajar la creciente demanda global de alimentos.

t

 ??  ?? Argentino. Emiliano Mroue (en el centro con el agua), en un arrozal en Sierra Leona. Clarín Rural contó su caso en mayo.
Argentino. Emiliano Mroue (en el centro con el agua), en un arrozal en Sierra Leona. Clarín Rural contó su caso en mayo.
 ??  ?? Número uno. El ganador del World Food Prize 2014 fue el investigad­or indio, que reside en México, Sanjaya Rajaram, quien desarrolló 480 variedades de trigo cruzando cultivares de invierno y primaveral­es. Gracias a su trabajo aumentó la producción...
Número uno. El ganador del World Food Prize 2014 fue el investigad­or indio, que reside en México, Sanjaya Rajaram, quien desarrolló 480 variedades de trigo cruzando cultivares de invierno y primaveral­es. Gracias a su trabajo aumentó la producción...
 ??  ?? Premiado. Mroue (segundo desde la derecha) distinguid­o en Iowa (EE.UU.) con el “40 Chances Fellow”, un premio que se entrega por el desarrollo de iniciativa­s productiva­s integrador­as en países de Africa.
Premiado. Mroue (segundo desde la derecha) distinguid­o en Iowa (EE.UU.) con el “40 Chances Fellow”, un premio que se entrega por el desarrollo de iniciativa­s productiva­s integrador­as en países de Africa.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina