Acá, la soja volvió a US$ 300

Después de una charla ofrecida por una multinacional en Salta, en la que el disertante aseguraba a los productores que habían concurrido a escucharlo que el mercado por el momento no tenía piso y que había que vender todo y cuando algún productor se resistía a escuchar más bajas, el trader le dijo: “Luis, vos seguí la harina, hay que seguir la harina”.

Obviamente, en ese momento (comienzos de la semana pasada) la harina estaba en terapia intensiva, con todos los fondos vendiendo y sin tomadores firmes en la compra. Pero, como no hay mal que dure 100 años, alguna fábrica norteamericana se “pasó de rosca” en las ventas noviembre y salió a cubrirlas ya sea en Chicago o con origen argentino. Esta situación comenzó a potenciar la recuperación de la harina, a la que naturalmente acompañaba el poroto y no siempre el aceite, pero sí los cereales como el maíz y el trigo que no tenían nada que ver pero operaban en simpatía a la suba.

El mercado por las noches tealzas nía tendencia “mixta” ya que en esos horarios no son muchos los operadores y es más fácil poder hacerle cambiar la dirección, pero cuando comenzaba la rueda a las 10.30 enseguida se ponía a la suba y hubo ruedas con cierres con superiores a los 10 dólares en Chicago. Esto fue así hasta el jueves, momento del cierre de esta edición, cuando los valores no solo tendían a la tranquilidad, sino que también parecían iniciar una caída con pérdidas de 7 dólares en la soja y 19 en la harina, mientras el aceite y los cereales se mantenían sin cambios.

Con todo esto, en la plaza local los niveles máximos conocidos para la soja fueron de 300 dólares y 2.550 pesos por mercadería disponible y casi 260 dólares para la nueva cosecha. Mientras tanto, el maíz disponible se mantenía por arriba de los 1.000 pesos y el trigo, insólitamente, no superaba los 1.100 pesos para los ríos, zona donde comienza a llegar la nueva cosecha, cuando los ROEs de exportación siguen sin aparecer. t