Y el agro se quedó afuera
Luego de la baja de las retenciones a las exportaciones de petróleo, el autor sostiene que si se mantiene la brecha entre lo que pagan ciertos productos respecto de otros, el Gobierno estaría favoreciendo a algunos sectores sin que esté claramente justifi
A los precios internacionales actuales y con la nueva legismundial. lación que grava la exportación de petróleo, la brecha que separa la presión tributaria que se ejerce sobre la soja respecto del aceite crudo de petróleo será casi de tres veces.
En efecto, luego del reciente cambio de legislación (Resolución Nº803/2014), y con un barril a US$ 80 dólares en el mercado internacional, la exportación de crudo pagará 13,5% de derechos de exportación. La soja, por su parte, sigue estando gravada al 35% y el aceite de soja al 32%.
Como se mencionara, el ministerio de Economía de la Nación ha incorporado modificaciones al esquema que grava las exportaciones de petróleo. En los fundamentos del cambio se afirma que “en función del contexto descripto resulta necesario garantizar los niveles actuales de rentabilidad del sector”. ¿No es tiempo de extender este argumento a otros sectores?
Toda baja de derechos de exportación se encuentra plenamente justificada en términos económicos. Este impuesto es una rara avis en los sistemas tributarios modernos, al no cumplir con objetivos mínimos de eficiencia y equidad en la tributación.
Ahora bien, resulta llamativo el trato diferencial que recibe el sector petrolero por parte de la política económica respecto de otros sectores productivos, en particular aquellos vinculados a las producciones agropecuarias, que atraviesan situaciones comparables.
Nuevo esquema Tras la baja de su cotización, el crudo pagará ahora 13,5% de retenciones
En los últimos tres meses, el precio internacional de la soja ha bajado 24% en el Golfo de México, una de las referencias de precios internacionales para Argentina, y más del 30% en el mercado de Chicago, mercado formador de precios por excelencia a nivel Es cierto que el costo fiscal de una baja de derechos de exportación al campo es mayor que el costo fiscal de una baja de impuestos al petróleo. Pero también que el esfuerzo fiscal de aliviar la carga sobre el campo no sería tan significativo en términos de la recaudación actual del Estado Nacional, más aún si existe la posibilidad de aplicar una reforma acotando productos y la magnitud de la baja.
El gobierno podría avanzar en una baja de impuestos para otros sectores y productos de exportaque
Todo igual La soja sigue gravada con el 35% y el aceite de soja mantiene el 32%
ción en las próximas semanas. De ser este el caso, se habrá iniciado un proceso de adecuación a una nueva realidad económica, proceso largamente esperado y necesario para que el sector privado recupere fuerzas e iniciativa.
Pero también podría suceder se mantenga la brecha entre lo que pagan algunos productos respecto de otros. Si éste último fuera el caso, la política económica estaría favoreciendo a algunos sectores o regiones del país, sin que esté claramente justificado el porqué de este accionar. Debe recordarse que las exportaciones agroindustriales son el resultado final del esfuerzo conjunto de miles de productores, industriales, prestadores de servicios, de toda una cadena distribuida a lo largo y ancho del país, que merece el mismo trato que otros sectores. t