Fertilización foliar: ¿por qué?
Patrick Brown, de la Universidad de California, explicó en Rosario las ventajas de esta alternativa.
¿ Cuándo es conveniente la fertilización foliar? Esta pregunta, recurrente a la hora de decidir la estrategia de fertilización en la gran mayoría de los cultivos, fue respondido hace pocos días, en Rosario, por Patrick Brown, experto de la Universidad de California, y por el Ricardo Melgar, del INTA Pergamino, durante una charla que tuvo un gran valor técnico y agronómico.
Según el especialista estadounidense, en cultivos extensivos hay dos puntos clave que justifican el uso de fertilización foliar: “Cuando deben superarse limitantes de suelo que restringen la solubilidad o movilidad de los elementos y cuando deben corregirse deficiencias de nutrientes de corto plazo o transitorias”.
En el primer caso, estas limitantes de suelo pueden deberse al pH, presencia de carbonatos o problemas estructurales, entre otros. En el segundo, las deficiencias transitorias de nutrientes se originan por la baja movilidad de los elementos en períodos de alta demanda del cultivo, las limitaciones en la cantidad de nutrientes que pueden ser aplicados, y las interacciones complejas con el ambiente.
“Cuando se producen períodos de demanda del cultivo que exceden el suministro del suelo se justifica la fertilización foliar”, indicó el experto durante la jornada, organizada por la empresa Spraytec.
En la región pampeana las deficiencias de micronutrientes más relevantes en cereales y oleaginosas son el boro y el zinc, aunque debe evaluarse cada caso en particular. Las deficiencias transitorias son más probables en elementos inmóviles y los efectos dependen de la interacción ambiental.
En el caso del zinc, es un nutriente implicado en la dormancia y en la floración. Esto genera una necesidad crítica y activa de movilización del zinc durante ese período, lo que sugiere que aplicaciones dirigidas foliares podrían beneficiar muchos sistemas de cultivos, incluyendo la soja.
La deficiencia de boro puede deberse a su baja presencia en el suelo, o estar transitoriamente inducida por una sequía, y tiene efecto negativo en las estructuras reproductivas, como anteras, gineceo y polinización.
Según explicó Brown, cuando hay deficiencia de otros nutrientes también el desempeño del nitrógeno es menor. La aplicación de nitrógeno en el campo no puede superar al 30 % del nitrógeno cosechado, por lo que una alternativa es la fertilización foliar con elementos que mejoren la performance del nitrógeno.
Melgar, del INTA, presentó el resultado de encuestas de adopción de uso de fertilizantes foliares. Según describió, para muchos productores el precio influye como principal factor de la decisión. En productos “baratos por litro” deben ponerse dosis muy elevadas o hacerse varias aplicaciones. Con una marca confiable se obtiene calidad del producto. También influye el precio del cultivo, y el estado en que se encuentra, aplicándose en general fertilización foliar cuando el cultivo está estresado.
“Muchos fertilizantes foliares mejoran la performance del cultivo con estrés, pero a la vez se debería aplicar cuando el cultivo está muy bueno, ya que hay mejoras en momentos de alta demanda, y el incremento proporcional de rinde por fertilización foliar es mayor cuanto mayor es el rinde del cultivo”, afirmó Melgar. t