Producir más para comprar lo mismo
En soja, insumos más caros.
¿Cuántos kilos de soja hacen falta para comprar insumos estratégicos para el negocio agrícola? Esa cuenta, llamada “relación insumo-producto”, muestra que en diciembre se requerían más kilos que en junio. Algunos ejemplos: para comprar 100 litros de gasoil hacían falta en junio 4,6 quintales de soja y en diciembre 5,5, mientras que para adquirir 100 litros de glifosato común hacían falta en junio 13,5 quintales y ahora 15,1. En el caso de un fertilizante clave, como el DAP, la relación pasó de 21,6 quintales de soja por tonelada a 26,3.
Uruguay, la soja y las divisas. Las estadísticas confiables que tiene Uruguay permiten ir previendo ya que en este 2015 caerán fuerte en ese país los ingresos de divisas provenientes de la soja, que constituyó hasta el año pasado el principal rubro de exportación. En la Argentina lo sigue siendo. Por eso, vale la pena mirar los datos de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria uruguaya, que indican que, con la caída cercana al 10% que se registró en la superficie sembrada con la oleaginosa, sumada a la fuerte debacle de los precios, sus embarques sojeros se ubicarán en unos 1.100 millones de dólares en 2015, en torno a un 30% menos que en 2014. En la Argentina, no se produjo una caída en el área implantada, sino lo contrario, pero el descenso de los precios impactará como en todos lados. Aquí es más difícil hacer pronósticos, porque la cosecha es mucho más grande y falta para definir su volumen y saber a qué precios se venderá, pero es un tema que vale la pena seguir de cerca. La tijera del Nación y los privados. La decisión del Banco Nación de cortar el crédito a los productores que tengan soja en stock sin vender está siendo mirada en forma atenta por altos ejecutivos de los bancos privados, algunos de los cuales comentaron a Clarín
Rural que ya recibieron consultas de productores afectados para ver qué facilidades les pueden brindar. Así, se abre para los privados una oportunidad de capturar nuevos clientes, históricamente vinculados a una entidad tan tradicional en el campo como el Nación. El primer salto lo dio hace pocos días la Sociedad Rural de San Pedro, que en protesta por la medida de la entidad oficial decidió cerrar sus cuentas allí y retirar los depósitos. Le siguieron varias más, y hasta la propia SRA.
De los pooles a los medianos. Los pooles de siembra han sido muy denostados, sobre todo fuera del sector agropecuario. Pero, justo es decirlo, también adentro recibieron algunas críticas. ¿Pero qué es de la vida de ellos? En una gran empresa internacional proveedora de tecnología para el campo, que sigue día a día cómo evoluciona su clientela, contaron a Clarín Rural que vienen registrando, desde 2006 o 2007 sobre todo, un proceso de “desconcentración” de la tierra. Es decir, hay menos pooles, sobre todo de los grandes, alquilando campos. Y quienes los reemplazaron como factor de demanda son, sobre todo, los productores medianos de cada zona, que arriendan los lotes a sus vecinos más pequeños, y así aprovechan algunas ventajas que tienen por su mayor escala de producción. “En buenas zonas, estos productores medianos puede ser gente que trabaja no más de 150 hectáreas”, comentó el ejecutivo mientras miraba gráficos en su computadora.
Momento de invertir. Hoy, con la escasa o nula rentabilidad que aportan los principales cultivos en los campos argentinos, la compra y venta de campos es una actividad con poco movimiento, afectada, además, por las restricciones que rigen en el mercado cambiario desde hace un par de años. Sin embargo, un hombre que está al frente de la división de campos de una inmobiliaria líder está convencido de que el actual es un momento de oportunidad para la compra. “El negocio está en la tierra, en su valorización. Es un buen momento para invertir, porque hay un baja en el valor de los activos, como en muchas otras actividades”, se entusiasma, tratando de revertir la malaria.