Malezas, un tema clave en el NEA
En el nordeste argentino, un componente fundamental para incrementar la eficiencia en estos sistemas productivos es el control de diversas malezas difíciles. “Queremos lograr una producción sustentable en el tiempo, buscando todo tipo de herramientas, con el fin de lograr que nuestra producción sea rentable”, afirma el ingeniero agrónomo Darío Casá, quien se desempeña profesionalmente en esta zona del país. La empresa para la que trabaja Casá siembra alrededor de 325 hectáreas de soja y 100 hectáreas de maíz. Los campos están divididos en dos zonas. La primera, hacia el norte de Bandera, y la segunda hacia el sudoeste de esta localidad, describe el técnico sobre su área de influencia. Teniendo en cuenta la problemática de malezas que preocupa a Casá, en su momento fue invitado por Pablo López Anido, referente técnico de Aapresid en el NEA, a la primera reunión del Sistema Chacras en el campo “La Guarida” (en Bandera), donde se generan nuevos conocimientos y manejos para las malezas difíciles. “Los objetivos de la Chacra son varios, pero creo que lo más importante es el margen económico y la rentabilidad de la producción”, considera Casá. En ese sentido, el foco de investigación que se priorizó en la Chacra estuvo puesto en el problema de mayor envergadura del NEA: las malezas perennes. “En el grupo coincidimos en que el problema de las malezas se debió a muchos factores cruzados: los costos de producción, el precio de los arrendamientos, el mal uso de herbicidas (en dosis y momento de aplicación), el uso de glifosato como única herramienta, las malas condiciones para aplicación y la pobre competencia del cultivo en años secos (“años Niña”)”, considera el técnico. En esta etapa, el eje del proyecto experimental fue abordar el control de malezas con herramientas mecánicas, culturales y químicas, ya sea en pre-emergencia o en postemergencia. “Está la esencia de la Chacra”, señala el técnico y concluye: “Por más que encontremos soluciones a las malezas problema, vamos a seguir buscando otras soluciones. Por ejemplo, ya estamos desarrollando líneas de control al yuyo colorado resistente a glifosato y al ALS, que todavía no son un problema. Queremos adelantarnos y tratar de que no lo sean”.