El largo plazo y el valor de la tierra
En los últimos tiempos se profundizó la tendencia de muchas empresas agropecuarias de pensar en el corto plazo, ya sea la campaña en curso o la siguiente. Pero hay un tema, entre tantos otros, en el que hace falta un horizonte de más largo plazo: el del precio de la tierra. Si se toman los últimos 20 años, y con subas y bajas en el medio, el precio de la tierra se incrementó en el sudeste y oeste de Buenos Aires y también en la zona núcleo, entre 250% y 340%, detalla un informe de la consultora agropecuaria Cultivar. La mayor parte de ese aumento se produjo en los últimos 12 años. De hecho, en 2002 los precios estaban en los mismos niveles que en 1995. Hubo algunos “frenos” en 2005 y 2009. Y, en realidad, desde 2012 los valores están bajando nuevamente. Sobre estos datos, el trabajo destaca datos interesantes: dice que el precio de la tierra no evoluciona únicamente en función de los dos principales determinantes de la renta, como la productividad y precio de los granos o la hacienda, sino que también pesan otros factores, como las expectativas sobre la economía del país. De hecho, hubo coincidencias de años de baja con años de elecciones. Además, sostiene que una planificación de largo plazo de la empresa, con objetivos y proyectos claros, también impacta. Y este es un factor que los productores pueden manejar.