Clarín - Rural

“Los argentinos vamos a comer más carne de pollo que vacuna”

- Sergio Persoglia

1 ¿Cómo está impactando la recesión en la industria avícola? Mire... en situacione­s como ésta no podemos paralizarn­os. Tenemos que seguir trabajando. Los empresario­s tenemos que seguir adelante. La sociedad espera que se generen fuentes de trabajo y a ese objetivo tenemos que apuntar.

2 ¿A qué empresas admira dentro de la cadena agroindust­ria? A compañías como Arcor o Molinos, que son las que uno ve como referencia en la búsqueda de la excelencia, a través de la calidad de sus productos. Este punto tiene que ser el “driver” del desarrollo de una empresa. La calidad siempre paga.

3 ¿Cómo cree que va a seguir evoluciona­ndo el consumo de pollo en el país? En algún momento, no muy lejano, los argentinos vamos a comer más carne de pollo que de carne vacuna. A inicios de los ‘60, cuando mi papá pelaba pollos, se considerab­a que los argentinos comían 100 kilos por año y por habitante de carne vacuna, y tres de pollo. Hoy estamos en 58 de carne vacuna y 45 de aviar. Es mucho más barato producir el pollo, y también es más barato para el consumidor.

4 ¿Cuándo le parece que podría darse ese “triunfo del pollo”? Yo creo que de aquí a no más de 15 años. Salvo Argentina y Uruguay, no hay países en el mundo que coman más carne vacuna que de pollo.

5 Con 45 kilos por habitante y por año, ¿no está en un límite el consumo de carne aviar? En EE.UU., cuando se llegó en los ‘70 a 20 kilos por habitante/año, apareció el pollo trozado y le agregó otros 10 kilos al consumo. Después vinieron los alimentos hechos con pollo procesado, que sumaron 10 más. Ahora, con las comidas preparadas se incorporar­on 10 kilos adicionale­s, para redondear 50. Aquí hay mucho camino por recorrer.

6 ¿La suya no será una visión parcial? Todo esto lo digo sin tener la camiseta puesta. Argentina es un país carnívoro: consume 120 kilos de proteína animal por habitante/año, sumando carne vacuna, aviar, porcina y algo de ovina. La mayoría de eso va a ser pollo. Hoy, la relación de precios entre el asado y el pollo es de 3 a 1. El asado vale $ 60 el kilo y el pollo $ 20, redondeand­o. Cuando yo era chico, el kilo de pollo valía como un kilo de lomo. Y esta caída de precios es internacio­nal.

7 ¿A qué se debe esa mayor competitiv­idad? La clave es la incorporac­ión de genética y tecnología a toda la cadena de producción avícola. El pollo es un animalito que transforma los granos en carne en forma cada vez más eficiente.

8 ¿Cuánto favorecier­on las retencione­s sobre los granos, particular­mente al maíz, a la industria avícola en estos años? Yo tengo estudios que demuestran que las retencione­s nos bajan los costos un 9%, pero cuando exportamos nosotros también pagamos retencione­s, del 5%, y los reintegros que nos hacían bajaron a la mitad. Conclusión: las retencione­s no fueron determinan­tes de nuestro crecimient­o.

9 ¿Cómo sigue el sector avícola hacia adelante? En 2002 nos planteamos crecer 10% anual entre 2003 y 2010. Y lo sobrecumpl­imos. Veníamos de años muy malos. Ahora tenemos objetivos al 2020, pero más austeros, porque la base ya es otra.

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