Clarín - Rural

En 20 años se multiplicó por 20 la superficie de silo

El dato surge de un estudio elaborado por el INTA.

-

Así como la siembra directa fue un cambio de paradigma productivo que potenció a la agricultur­a argentina, los forrajes conservado­s lo fueron para la ganadería. En los ‘90, el 80% del silaje de maíz se destinaba a la producción de leche. Pero en los últimos años, la superficie picada para ese fin aumentó y también se extendió fuerte para producir carne.

Federico Sánchez, del Proyecto Tecnología­s en Forrajes Conservado­s de Alta Calidad del INTA, reveló que “en la campaña 1993/94 se ensilaron unas 80.000 hectáreas de maíz y sorgo, mientras que veinte años después se destinaron a silaje más de 1,5 millones de hectáreas, con un récord de 1,6 millones en la campaña 2011/12”.

En la Argentina, esta revolución forrajera fue acompañada por la adopción del silo bolsa.

“En la campaña 1993/94, el 50% era silo puente y otro 50% silo bunker”, comentó. Pero luego entró fuerte el almacenami­ento en bolsa. “Gracias al avance tecnológic­o que se produjo en el último período en cuanto a embolsador­as, en la actualidad el 70 % del material picado se almacena bajo esa modalidad”, explicó Sánchez.

Para la conservaci­ón de los forrajes, en el país se aplica alta tecnología y las picadoras autopropul­sadas son un ejemplo.

En este sentido, Gastón Urrets Zavalía, técnico del INTA Manfredi, afirmó que “el parque actual de estas máquinas es de 856 unidades, con una antigüedad promedio de siete años, a las que se suman 400 picadoras de arrastre de dos o tres hileras, que permitiero­n difundir el silaje”.

Si bien son el recurso de conservaci­ón de forrajes más antiguo y utilizado en la Argentina, históricam­ente la calidad de los henos fue muy baja por diversas causas, como el uso de maquinaria inapropiad­a, el corte con niveles avanzados de floración, el rastrillad­o a velocidade­s superiores a los 7 kilómetros por hora y con niveles de humedad inferiores al 35%, el deficiente control de malezas y plagas y su almacenami­ento a la intemperie.

Según Sánchez, “actualment­e el heno de alfalfa, además de ser considerad­o una fuente de fibra clave, se revalorizó como fuente de proteína de alta calidad, al ser incluido como parte de la ración que se prepara y suministra con los acoplados mixer”. Su incorporac­ión a la dieta produjo “que en los últimos cinco años se haya experiment­ado un incremento en la calidad, a partir de una mejora en la henificaci­ón y la incorporac­ión de tecnología­s”.

Como el 70% de los nutrientes de la planta están en las hojas, un corte de mala calidad “repercute en una disminució­n de un 20% de la cantidad de materia seca cosechada a lo largo del año”, explicó Urrets Zavalía.

La mayor conciencia de este costo determinó que, desde el 2010, de las 900.000 hectáreas de alfalfa henificada­s el área cortada con segadoras acondicion­adoras se incrementa­ra de un 15% a un 31 %, indicaron los especialis­tas. t

 ??  ?? Urrets Zavalía. Técnico de INTA.
Urrets Zavalía. Técnico de INTA.
 ??  ?? Picando maíz. En 1993/4 se ensilaban 80.000 hectáreas. Hoy 1,5 millones.
Picando maíz. En 1993/4 se ensilaban 80.000 hectáreas. Hoy 1,5 millones.
 ??  ?? Sánchez. Experto de INTA Manfredi.
Sánchez. Experto de INTA Manfredi.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina