“La Argentina debe desarrollar eslabones de competitividad”
oy, el comercio se desarrolla dentro de lo que se conoce como “cadenas globales de valor” (CGV). Son auténticos sistemas formados entre empresas que operan vinculadas de manera crónica, regular, constante, pero más allá de las fronteras. Se trata de arquitecturas vinculares entre empresas que operan en diversos países en simultáneo, generando polos de especialización que alimentan a otros polos de la misma cadena (en otro país) que luego confluye en la finalización de productos que se ofrecen en mercados mundiales.
Esto ha logrado que el mundo exporte (en bienes y servicios) hoy ya casi el 40% de lo que produce. Dice la Organización Mundial del Comercio (OMC) que la suma de las exportaciones de manufacturas mundiales (si no se considera el comercio intraeuropeo) es de unos 18,5 trillones de dólares. Pero ocurre que el 80% de este movimiento se produce dentro de las CGV. Por ende, para estar vinculados al mundo se debe estar relacionado con ellas.
El sistema funciona con más de 6 trillones de dólares en el comercio intrafirma de las multinacionales; más otros 6,5 trillones de comercio producidos por proveedores de las multinacionales; y con otros 2.5 trillones generados con clientes de esas multinacionales. En materia de agronegocios, este sistema genera un comercio mundial de productos agropecuarios de unos U$S 1.800 billones anuales, y de alimentos de otros 1.400 billones.
Ahora bien, en nuestro país se expresa a menudo que existe un propósito de agregación de valor a la oferta exportable de origen agropecuario (que representa más de la mitad de todo lo exportado). Pero ocurre que la manera de lograrlo es permitir la inserción virtuosa de empresas argentinas dentro de esas CGV. Y no solo a través de multinacionales establecidas en nuestro país, sino también, y especialmente, de proveedores de esos actores.
A ello se llega si se establece un marco de referencia estable, simple y flexible que permite un circuito integrado transfronterizo de empresas que se eslabonan en algún rol: inversión internacional, importaciones, creación intelectual, fabricación de insumos, aprovisionamiento de servicios, producción de bienes finales y exportaciones (muchas intermedias).
¿Cómo lo hacen los países que tienen éxito? Además de tener ordenado el marco de referencia político, económico y normativo, avanzan en negociaciones económicas internacionales para facilitar la vinculación internacional de los actores productivos. También se provee a las empresas de servicios que les permiten desarrollar atributos competitivos para poder crecer en ese nicho en el que se convierten en ganadores. De modo que la agenda debe contener negociaciones políticas (entre estados) y negociaciones privadas (con las empresas inmersas en las CGV).
Los países deben desarrollar los eslabones de competitividad en los que puedan prosperar. La obturación del funcionamiento de esos eslabones (con tributos al comercio, limitaciones cuantitativas a las exportaciones e importaciones, restricciones a la inversión internacional receptiva y emisiva, alejamiento del financiamiento internacional, ausencia en las mesas de negociaciones internacionales) ha hecho que no pueda desarrollarse una mayor agregación de valor.
Un salto del sector más competitivo (agronegocios), que a la vez sume a otros sectores que se le vinculan, se consolidará cuando Argentina facilite mayor acceso de sus empresas a estos sistemas integrados de inversión, producción y comercio globales. Mientras no ocurre, exportaremos en 2015 unos 20.000 millones de dólares menos que hace 4 años”.