El maíz, con un panorama sombrío
¿La siembra más chica en 10 años? En el inicio de la precampaña de maíz, no parecen buenas las perspectivas de siembra para este cultivo estratégico. Según estimó esta semana la Bolsa de Comercio de Rosario, en la zona núcleo podría sembrarse la superficie más baja en 10 años. Si esta situación no se revierte (hay tiempo todavía para tomar medidas que cambien la tendencia), son muchos los que padecerán la situación, empezando por los productores que no podrán incluir el maíz en sus rotaciones, con sus indudables beneficios agronómicos de corto y largo plazo, pero también la larga lista de cadenas productivas que tienen a este cereal como un insumo estratégico. Entre ellas está el engorde de hacienda, la producción avícola, pero también una larga lista de industrias de la molienda húmeda y seca del maíz, entre las que están varias de las principales empresas del país. En la molienda seca, de la que surgen productos como harina de maíz (polenta), sémolas o “corn flakes”, por ejemplo, la líder indiscutida es Arcor, de la familia Pagani, que suma casi 30% de la capacidad total instalada argentina, aunque hay cerca de una treintena de plantas. En la molienda húmeda, de la que surgen ingredientes para la industria alimentaria, para balanceados y para el sector farmacéutico, el negocio está concentrado en solo 6 plantas, según un relevamiento de la bolsa rosarina. Allí, la líder indiscutida es Glucovil, una sociedad entre dos gigantes como Ledesma (que tiene el 70%) y Cargill (el 30% restante). En este segmento también pisa fuerte Arcor. Entre ambas empresas suman cerca del 50% de la capacidad instalada para la molienda húmeda de maíz. Todos ellos estarán pendientes de lo que pase con el cultivo, que comenzará a sembrarse en unos dos meses y se cosechará, claro está, recién con el próximo gobierno. ○ Sí... también hay inversiones. No todas son pálidas. En el agro, como en pocos otros sectores, hay que pensar en el largo plazo, y con esa visión se siguen registrando inversiones en la agroindustria argentina, porque nadie duda de su enorme potencial, más allá de una coyuntura adversa. Esta vez, los que anunciaron que ya están construyendo su planta en la Argentina son los de la empresa Spraytec, del grupo Agro Latina, que tiene su base en Brasil, donde cuenta con fábricas en los estados de Paraná y Mato Grosso. Aquí, especificamente en las afueras de Rosario, están levantando su planta de formulación de fitoestimulantes. La planta estará operativa en octubre próximo y comenzará a producir paulatinamente, para llegar al 100% de su capacidad en el segundo semestre del 2016. En el primer año, la empresa prevé formular aquí tres de los seis productos que comercializa en la Argentina. Desde Brasil se enviarán las premezclas y acá se fabricarán los productos para el mercado interno y algunos vecinos. La nueva fábrica estará en Roldán, sobre la autopista AO12, que circunvala a Rosario. “Es la primera vez que se van a fabricar productos fuera de la casa matriz”, dicen orgullosos los de Spraytec, que el año pasado tuvieron un fuerte crecimiento de ventas de sus productos, elaborados en base a fosfitos. ○ Grobo y su visión del Conor Sur. La voz de Gustavo Grobocopatel es habitualmente muy escuchada al analizar la realidad del sector. Su grupo se ha expandido a todo el Cono Sur, así que tiene la experiencia necesaria para trazar un paralelo entre lo que pasa en la Argentina y en los países vecinos. Así lo hizo, hace algunos días, en una jornada en la zona de Lincoln, Buenos Aires. Allí, dijo que, a pesar de la coyuntura local, o quizás regional, el contexto mundial es positivo y que los países del Cono Sur tiene que solucionar problemas de competitividad. En la Argentina, puntualizó temas como los Roes, las retenciones, arrendamientos y Ley de Semillas, pero dijo que tiene ventajas comparativas importantes. Fue optimista y dijo que, con algunas medidas relativamente simples, las cosas se pueden encaminar. En cambio, consideró que en Brasil y Uruguay el tema es más difícil de resolver, y allí hizo foco en sus sistemas impositivos. En cuanto a Paraguay, habló de problemas de “institucionalidad”, aunque dijo que está mejorando poco a poco. Está claro que, en la visión de Grobocopatel, los problemas no son solo argentinos. t