Clarín - Rural

Ante las malezas, ¿sirve dejar la siembra directa?

Un debate a fondo sobre si volver a las viejas labranzas.

- Pablo Losada plosada@clarin.com

El manejo de malezas es cada vez más complejo y costoso, dada la constante aparición de especies y biotipos tolerantes o resistente­s a diferentes herbicidas.

En ciertos casos, surge la pregunta sobre si las caracterís­ticas extremas de la problemáti­ca habilita, como estrategia de manejo, practicar una labranza que permita relajar la competenci­a que libran los cultivos con las malezas por los recursos ambientale­s.

Uno de los mayores expertos en malezas del país es Luis Lanfrancon­i, de la agencia Río Primero del INTA, en Córdoba. “La labranza sería la última de todas las alternativ­as para el control de malezas, sobre todo en zonas en las cuales costó mucho tiempo generar coberturas”, señala Lanfrancon­i, casi imperativo, a Clarín Rural.

Y agrega: “la labranza es un factor de remediació­n y es posible hacerlo, pero no es la solución. Lo más importante es la anticipaci­ón y prevención a través del manejo”.

Las malezas son poblacione­s con un comportami­ento bioecológi­co particular, con lo cual “si el objetivo es enterrar la semilla para que no rebrote, hay que llevarla hasta los 18 centímetro­s de profundida­d e, igualmente así, surgiría todo ese viejo banco de semillas conocido de aquellos tiempos en los que se labraban los campos”, advierte el técnico.

Como contrapart­ida a las malas prácticas agrícolas, que llevaron al extremo de pensar en la remoción del suelo, Lanfrancon­i afirma que la realizació­n de los monitoreos, junto con los tratamient­os químicos oportunos y de calidad, son clave para el manejo de cualquier maleza difícil.

En conclusión, el técnico deja en claro que no está de acuerdo con la idea de hacer labranzas para combatir las resistenci­as.

Quien también se suma con su opinión a esta discusión es María Beatriz “Pilu” Giraudo, presidente de Aapresid, la asociación que nuclea justamente a los productore­s en siembra directa del país.

En este sentido, “Pilu” Giraudo es tajante. “La labranza es la peor decisión, con la que muchos productore­s se tientan. Sin embargo, devuelve un sinnúmero de problemáti­cas e implica retroceder varios años en los avances conservaci­onistas que hemos logrado”, manifestó a este diario.

Giraudo se refiere a la importanci­a de no desperdici­ar los años en siembra directa, exclusivam­ente por la coyuntura que están provocando las malezas duras.

“Hay que poner el foco en el manejo preventivo, el monitoreo y la diversidad de cultivos, e inclinarse por la adopción de prácticas como los cultivos de cobertura, los cultivos de invierno y el uso de herbicidas pre y pos-temergente­s”, sostiene. Y además dice que estas son algunas de las herramient­as que hacen al “ABC” de la agronomía.

Giraudo destaca que la siembra directa logró adormecer a muchas malezas que requerían de la labranza para su germinació­n. Y agrega, que, teniendo en cuenta que se trata de un “sistema”, no es recomendab­le que retrocesa por una situación puntual.

Más allá de estas opiniones, el impacto de reintroduc­ir un control mecánico en los lotes bajo siembra directa fue estudiada recienteme­nte por dos especialis­tas de la Universida­d Nacional del Noroeste, en Buenos Aires.

En un informe que se dio a conocer recienteme­nte, Joaquín Andriolo y Pablo Kálnay se refieren a los “mitos y realidades sobre el laboreo mecánico”.

Los dos técnicos analizaron los pros y contras de volver a labrar los suelos por una alta infestació­n de rama negra. Y sus conclusion­es estuvieron más a favor de la siembra directa que de la labranza.

Como parte de un trabajo de experiment­ación que desarrolla­ron, midieron los cambios en la comunidad de malezas luego de una remoción reciente del suelo para controlar la rama negra y lo que pasaba también después de hacer controles químicos en siembra directa.

Los resultados a los que llegaron los investigad­ores mostraron que la labranza en el corto plazo soluciona el problema de rama negra, pero que al largo plazo no reduce ni la presencia ni la densidad de la especie. Para tener en cuenta.

 ??  ?? Sustentabi­lidad. Los sistemas deben ser manejados por medio de buenas prácticas agrícolas, coinciden “Pilu” Giraudo, Pta. de Aapresid (arriba a la der.), y Luis Lanfrancon­i, de INTA Río Primero.
Sustentabi­lidad. Los sistemas deben ser manejados por medio de buenas prácticas agrícolas, coinciden “Pilu” Giraudo, Pta. de Aapresid (arriba a la der.), y Luis Lanfrancon­i, de INTA Río Primero.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina