Una brújula para la gruesa
En dos talleres que organizó Nidera, se recomendaron estrategias de manejo para aprovechar un ciclo que se proyecta como muy húmedo.
En la previa de la campaña gruesa, un grupo de técnicos destacados adelantó en Trenque Lauquen y en Córdoba las principales tendencias que se esperan para este ciclo y analizó cómo utilizar la tecnología disponible en soja y maíz para aprovechar el envión de un año “Niño” y ajustar el manejo de las malezas, uno de los principales problemas de la agricultura argentina.
Fue en el marco de los talleres que organizó Nidera en esas ciudades para presentar sus nuevos híbridos y variedades. Martín Oliva, del área de investigación en soja de la compañía, contó que a partir de la mejora genética de las variedades de soja se logró un aumento de los rendimientos del orden de los 100 kilos en un período que va de los 3 a los 5 años. “Estos mayores rindes no sólo se dan en los niveles altos de producción, sino que también elevan los pisos de productividad en los ambientes intermedios o marginales”, destacó.
Las recomendaciones para sembrar varían de acuerdo a cada región. En el oeste de Buenos Aires y en el sur de Córdoba, por ejemplo, Rodolfo Rossi, director global de
Los monitoreos son fundamentales para definir criterios de control de malezas
Investigación de la empresa, aconsejó sembrar en forma temprana los lotes de soja, entre el 10 y el 15 de octubre, y sugirió prestar atención a las variedades con tecnología STS debido a los problemas de malezas que hay en estas zonas.
En el caso del maíz, los pronósticos de una primavera y un verano marcados por un fenómeno de El Niño de moderado a fuerte podrían impulsar la siembra, en otro contexto comercial.
“La oferta hídrica hace que el maíz tenga una respuesta positiva al aumento de densidades en ambientes de calidad. Por el contrario, en suelos restrictivos, se irán bajando densidades”, adelantó Javier Latorre, especialista del Servicio Técnico de la compañía.
Sebastián Acuña, gerente del Servicio Técnico en Córdoba y San Luis, analizó las ventajas y desventajas de las siembras tardías de maíz. Esta estrategia tiene a favor que las lluvias de febrero son menos erráticas que las de diciembre, lo que asegura mayor estabilidad.
“Pero tiene en contra el riesgo de heladas tempranas, la menor radiación durante el ciclo del cultivo -que reduce el rinde potencialy las dificultades que aparecen al cosechar a partir de mediados de mayo”, precisó el técnico.
Además, hay una mayor incidencia de tizón, fusarium y enfermedades de espiga, y en años secos aumentan los ataques de isoca de la espiga.
Con respecto al avance de las malezas tolerantes y resistentes, Mauro Balza, también del servicio técnico, reconoció que se trata de un problema complejo y remarcó la importancia del monitoreo para decidir la estrategia a utilizar con el paquete de herramientas actuales, entre los que se encuentran herbicidas con distintos modos de acción, cultivos de cobertura y la correcta limpieza de las cosechadoras, entre otros cuestiones.