Clarín - Rural

Ahora, la sustitució­n de exportacio­nes

- Héctor A. Huergo hhuergo@clarin.com

En su larga improvisac­ión durante la cena del Día de la Industria, la presidenta Cristina Kirchner ensayó la teoría de la “sustitució­n de exportacio­nes”. A algunos les parecerá una idea temeraria.

En realidad, no hizo otra cosa que poner en negro sobre blanco lo que ha practicado su gobierno, con los resultados que todos conocemos. La creciente tensión cambiaria, el cepo y la letanía diaria sobre el “blue” subrayan que, en esto de sustituir exportacio­nes, nos pasamos de largo.

Ya de por sí la idea de la “sustitució­n” (ya sea de importacio­nes o de exportacio­nes) amerita un debate. Sustitució­n de importacio­nes suena a políticame­nte correcto, por su regusto presumible­mente indus- trialista.

Sin embargo, el hecho en sí de la sustitució­n no implica necesariam­ente creación de valor, que es el verdadero numen del progreso económico y social. A los belgas o a los suizos no se les ocurre sustituir sus importacio­nes de cacao, siendo los más afamados proveedore­s de chocolate del mundo.

La sustitució­n de importacio­nes es una suma de valor cero. Genera la ficción de mejora del balance de divisas. Pero no sirve si genera pérdida de competitiv­idad, lo que a la larga se traduce en… sustitució­n de exportacio­nes.

Porque si reemplazar un insumo o equipo importado por algo de fabricació­n local implica mayores costos, finalmente se está resig- nando producción o valor agregado genuino. Eso se traduce en menor ingreso de divisas y transferen­cia de ingresos desde los sectores competitiv­os hacia los no competitiv­os. Lo que finalmente implica pérdida de empleos de mayor valor.

En alguna época, quien esto escribe intentó introducir el silo de maíz en el tambo. Había que arreglarse con “lo nuestro”, picadoras de arrastre que se digerían a sí mismas cuando levantaban alguna varilla o pedazo de alambre del boyero.

Era un trabajo lento y penoso, carísimo para el tambero, y los silos salían de mala calidad. Llegaron las automotric­es alemanas, y la historia cambió. Alta productivi­dad, escasas roturas, calidad de picado. Hoy, más de un centenar de contratist­as altamente capacitado­s brindan un servicio de primera. La lechería argentina es más competitiv­a que antes. Si podemos hacer esas picadoras acá, excelente. Pero lo importante es tenerlas.

Vayamos ahora a la sustitució­n de exportacio­nes. Lo más difícil de percibir, en cualquier análisis económico, es el lucro cesante. Es lo que se deja de producir como consecuenc­ia de una mala asignación de recursos (en el plano micro), o de un entorno desfavorab­le. La combinació­n de retencione­s y restriccio­nes a la exportació­n generaron una enorme pérdida de producción competitiv­a.

Si simplement­e tomamos la difeportac­iones, rencia con las metas del Plan Estratégic­o Agroalimen­tario 2010-2020 elaborado por el propio gobierno, se advierte que se dejaron de producir no menos de 100 millones de toneladas de granos, por un valor de 30.000 millones de dólares.

Eso es sustitució­n creativa de ex- ya que ni siquiera se pudieron volcar al mercado interno. Cualquier número sobre cero da infinito.

Agreguemos la carne, los lácteos y tantos otros productos que padecieron el pie K en la puerta giratoria.

La idea de “la mesa de los argentinos” es el capítulo populista de la sustitució­n de exportacio­nes. Subyace en el ideario de altos funcionari­os, incluso académicos, que proponen las retencione­s como un mecanismo de estímulo al “agregado de valor en origen”.

El verdadero valor agregado es el que se genera sin transferen­cias artificial­es de ingresos entre distintos actores de una cadena. Porque, ya sabemos, esta alquimia no significa finalmente un abaratamie­nto de los precios internos.

El pan cuesta más en la Argentina que en cualquier país vecino, a pesar de que el trigo vale la mitad.

Dejemos de sustituir y volvamos a crear.

Cristina Kirchner ensayó la teoría de la “sustitució­n de exportacio­nes” Se dejaron de producir no menos de 100 millones de toneladas de granos

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina