Cómo se declarará la semilla de soja
Será obligatorio desde 2016. Esta semana el Instituto Nacional de Semillas (INASE) informó públicamente sobre una resolución que podría cambiar sustancialmente el negocio de la semilla de soja en la Argentina, donde cerca del 80% de la que se siembra proviene de la multiplicación propia que hacen los productores y no paga regalías a los semilleros que las producen.
Concretamente, el INASE informó que elaboró la Resolución 187/15 “con el objetivo de combatir el mercado ilegal de semilla”. Allí establece que los productores deberán hacer una declaración online sobre la semilla que hayan utilizado y/o guarden para futuras campañas.
Cómo se adelantó en esta columna en julio pasado, tendrán que hacer esa declaración quienes tengan una facturación anual superior a tres veces la categoría máxima del monotributo, que hoy está en $ 400.000 pesos. Es decir, deberán cumplimentarla quienes facturen más de $ 1,2 millones.
Estarán eximidos de esa obligación quienes facturen ese monto o menos y quienes estén inscriptos en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF) del Ministerio de Agricultura.
La norma que ahora aprueba el INASE empezará a ponerse en práctica cuando un nuevo gobierno haya asumido en la Argentina, ya que el primer vencimiento para la declaración será el 31 de enero del año próximo. A más tardar ese día, los productores deberán informar los siguientes datos: ubicación del predio en el que se sembró, superficie total sembrada de cada variedad de soja, cuántos kilos se usaron de cada variedad y, además, los datos de la documentación que avale el origen de la semilla. “En el caso de la semilla fiscalizada, se deberán conservar los rótulos y las facturas”, detalló el INASE.
En cuanto a la semilla que se guarde para uso propio, también deberá acreditarse su origen con la factura de compra correspondiente, indica la resolución.
Pero más adelante en el calendario habrá un segundo vencimiento, el día de 30 de junio de 2016, cuando, ya con la cosecha finalizada, se deberá declarar la cantidad se semilla que se reservó para uso propio, de qué variedades se trata y dónde está guardada.
Un sistema que permita poner un freno a la ilegalidad en el mercado de semillas fue un reclamo que durante muchos años formularon los semilleros líderes de soja en la Argentina, como Don-Mario y Nidera, que desarrollan sus propias variedades e incorporan biotecnología de gigantes mundiales como Dow, Monsanto y Bayer, entre otros. También de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), que reúne a toda la industria y hoy es presidida por Alfredo Paseyro.
Las declaraciones obligatorias que los productores deberán hacer podrán efectuarse a través de un portal online que estará cargado en el Sistema de Autogestión del Ministerio de Agricultura, informó el INASE.
Mercosur, para arriba; Argentina, no.
Mirando a la soja y el año que viene, siguen apareciendo más pronósticos de lo que puede pasar con la cosecha sudamericana, que será determinante para ver qué sucederá con los precios de la oleaginosa. La cosecha de EE.UU., el otro gran jugador mundial, que está comenzando, viene muy bien. Y algunos cálculos que se conocieron esta semana sobre el Cono Sur, como el del conocido analista estadounidense Michael Cordonnier (de fluídos contactos con exportadores y corredores de granos) hablan de un nuevo crecimiento en esta parte del mundo. El relevamiento afirma que Sudamerica pasaría de 170 millones de toneladas totales en la campaña pasada a las 174 millones de toneladas que se cosecharían en la que ahora está comenzando. Está claro que ese crecimiento se compondría de manera dispar entre los distintos países. Mientras Brasil, ayudado en forma importante por la fuerte devaluación del real de los últimos meses, incrementaría su producción en alrededor de 7 millones de toneladas, Argentina la reduciría en unos 4 millones de toneladas, como consecuencia de la débil intención de siembra derivada de los serios problemas de rentabilidad que tienen los agricultores del país. El resto del crecimiento sudamericano lo aportarían Paraguay, Bolivia y Uruguay.
Rusia elimina las retenciones al trigo.
Otro cultivo que no tendrá su mejor año en la Argentina es el trigo, golpeado ya durante varias campañas por las regulaciones oficiales al comercio. Algo similar estaba sucediendo en Rusia, con caídas en la intención de siembra, luego de que el año pasado el gobierno de Vladimir Putin decidiera imponer retenciones a las exportaciones trigueras para cuidar la mesa de los rusos, ante el aumento de los precios internos del cereal. El tiro le salió por la culata y, ante los anuncios de baja fuerte en la siembra, el Gobierno daría marcha atrás (decían esta semana los traders internacionales) y eliminaría las retenciones desde el próximo 1 de octubre, cuando se inicia la siembra.