El Gobierno aprobó la soja argentina que tolera la sequía
Es el primer evento de este tipo a nivel mundial. Lo anunció el Gobierno. Es un desarrollo argentino licenciado a la firma Bioceres, de Rosario.
Es la primera a nivel mundial. Fue desarrollada en Santa Fe.
La soja que tolera condiciones de estrés hídrico (por falriedad ta de agua) ya tiene bandera verde. El Gobierno Nacional anunció esta semana que el gen HB4 aprobó las instancias regulatorias del Senasa y la Conabia (Comisión Nacional de Biotecnología), y ya puede comercializarse en el mercado argentino. Como en otros eventos biotecnológicos, el paso que queda es que lo aprueben las autoridades sanitarias de los países que van a importar estos “porotos”.
Así, la biotecnología “Made in Argentina” logra el primer evento de tolerancia a sequía aprobado a nivel global e ingresa en el selecto grupo de países que consiguieron eventos biotecnológicos en cultivos de interés agronómico, como Estados Unidos (más de 40), China (5), Brasil (1), Cuba (1) e Indonesia (1).
También se anunció que la vaLa de papa resistente al virus PVY, una enfermedad que provoca graves pérdidas en el cultivo, consiguió la aprobación de los organismos sanitarios argentinos. La desarrolló un equipo de investigadores del Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología (INGEBI) del Conicet, encabezado por los doctores Fernando Bravo Almonacid y Alejandro Mentaberry.
En cuanto a la investigación de la soja que se banca mejor la sequía, la llevó adelante el equipo de la Dra. Raquel Chan en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que tiene su base en la ciudad de Santa Fe. El punto de partida fue un gen del girasol, que al transferirse a una planta modelo aumentó su tolerancia a condiciones de estrés hídrico, el factor que más limita el rendimiento de los cultivos.
Luego de patentar este desarrollo, la UNL y el Conicet licenciaron la tecnología a Bioceres, una empresa de biotecnología rosarina que surgió a partir de la asociación de productores agropecuarios de punta, que comenzó los ensayos en cultivos de interés agronómico, como la soja.
En la fase final de este largo camino, que lleva más de diez años, Bioceres conformó una alianza con Arcadia Biosciences, una empresa de biotecnología de Estados Unidos, que se materializó en el “joint venture” Verdeca, para realizar seis temporadas de ensayos con el evento HB4 en lotes especiales de la Argentina y Estados Unidos, que confirmaron un aumento de rendimiento de hasta un 14% bajo distintas condiciones de estrés.
“Además de la aprobación del evento HB4 en Argentina, Verdeca ha completado la evaluación temprana de seguridad alimenticia (EFSE, por su sigla en inglés) para la proteína HAHB4 ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, pos sus siglas en inglés). De esta proteína vegetal deriva la tecnología HB4 para la tolerancia a estrés”, informó Bioceres en un comunicado.
Hace unos meses, además, se anunció que Verdeca trabajará junto al gigante Dow Agrosciences para sumarle eventos apilados a la soja tolerante a sequía.
En Santa Fe, el desarrolló del gen HB4 fue el punto de partida para construir el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), con una inversión que superó los 20 millones de pesos, que dirige Chan, y en el que ahora se investigan nuevas tecnologías para lograr cultivos que aguanten anegamientos temporales y produzcan mayor biomasa. Habrá que seguir de cerca estas innovaciones, sobre todo si se tiene en cuenta lo que se logró con el gen tolerante a sequía.