La era de las malezas
Un grupo de expertos de Aacrea participó de un simposio internacional sobre malezas resistentes que se hizo en París y contaron posibles soluciones para combartir este flagelo.
El problema de las malezas resistentes a herbicidas está presente en los principales países agrícolas del mundo y en lo inmediato no existe una solución única para resolverlo. Las respuestas de contención sólo pueden provenir del esfuerzo colaborativo de compañías, técnicos, investigadores y empresarios agrícolas.
Esta fue la conclusión de un simposio internacional sobre malezas resistentes que se realizó, recientemente, en París con la participación de 220 especialistas de 30 países. En el evento disertó un grupo de especialistas de Aacrea.
Fernando García Frugoni, coordinador del Proyecto Malezas de CREA, contó que en la Argentina se hizo un mapa que muestra la distribución territorial de las malezas resistentes a herbicidas. “Observamos que 100 agrónomos que participaron del relevamiento no fueron capaces de reconocer un 30% de las 160 especies detectadas en más de 400 lotes. Tenemos un déficit importante: es imposible encontrar soluciones a problemas que no conocemos”, advirtió el especialista.
García Frugoni explicó que la mayoría de los productores consideran que las malezas resistentes son un problema grave, pero cuando se les pregunta qué creen que debería hacerse muchos responden que la solución vendrá de la mano de nuevos desarrollos de las compañías de agroquímicos. “La ironía es que los representantes de las compañías están anunciando que en la próxima década no cabría esperar el desarrollo de gran cantidad de nuevas moléculas destinadas al control de malezas”, recordó.
En lo inmediato habrá nuevas herramientas que permitirán enfrentar el problema, tales como eventos resistentes a viejos herbicidas, como el 2,4 D, Dicamba y Glufosinato. “Pero si usamos estas herramientas de la misma manera que lo hicimos con el glifosato, todos sabemos qué va a suceder”, adelantó el experto.
Entre las principales promesas tecnológicas que podrían cambiar de manera radical el control de malezas en el mediano plazo, se encuentran el ARN interferente y la edición génica no transgénica, que permitió el desarrollo de una colza tolerante a sulfonilureas que ya se está comercializando en Estados Unidos.
Santiago del Solar, integrante de la Comisión Directiva de Aacrea, planteó en París que hay una generación de agrónomos que para controlar malezas han utilizado únicamente el glifosato y que ahora tienen que hacer un mayor esfuerzo intelectual para enfrentar este desafío. “El problema principal está en nuestras mentes y en la manera en que abordamos el problema”, insistió.
Gustavo Martini, coordinador de la Comisión de Agricultura de Aacrea, indicó que los problemas sobre todo se están dando en las principales naciones agropexportadoras, como Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá y Australia.
“Ninguna compañía elaboradora de fitosanitarios puede solucionar este problema por su cuenta: es tiempo de cooperar. Todas tienen la necesidad de utilizar tecnologías propias integradas con algunas de sus competidores”, aseguró.
En las exposiciones, se destacó el rol de los cultivos de cobertura como una herramienta eficaz en diferentes países, especialmente en las regiones en las cuales es posible sembrar cereales de invierno, para así evitar extensos períodos de barbecho con el suelo expuesto a la luz solar y a la humedad de germinación en los primeros centímetros del suelo. t