El impacto del temporal: cómo evitar más pérdidas con la soja
Consejos para guardar el grano cosechado con alta humedad.
Las intensas lluvias de abril atrasaron el ritmo de las co-Además, sechadoras, por la falta de piso, inundaron millones de hectáreas en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos y ahora provocan que un porcentaje muy significativo de los “porotos” de soja estén muy húmedos al momento de la trilla.
Para evitar nuevas pérdidas al almacenar los granos, es fundamental tomar en cuenta una serie de recomendaciones que elaboró un grupo de técnicos del INTA Balcarce, que están especializados en el manejo de postcosecha.
“Es importante tener claro que el almacenamiento de soja húmeda es muy riesgoso y la pérdida de calidad es inevitable mientras perdure esta condición. Pero las prácticas sugeridas permiten reducir los daños y ganar tiempo”, se asegura en el trabajo que realizaron Ricardo Bartosik, Diego De la Torre y Marcelo Cardoso, entre otros.
Para tomar decisiones, lo primero que hay que saber es cuál es el porcentaje de humedad que tienen los “porotos”. Si es menor al 13,5% y la cantidad de granos dañados chuzos, podridos y brotados- es inferior al 5%, los técnicos aseguran que esos “porotos” se pueden comercializar sin restricciones, almacenar durante 6 meses o un año en un silobolsa y utilizar una rutina de aireación convencional si se los guarda en silos de chapa.
En cambio, cuando el contenido de humedad está entre el 13,5% y el 16% ya es considerado alto y hay que asumir que va a haber costos de secado más elevados e incluso descuentos según las normas de calidad (1% por cada punto de dañado encima de 5%).
Si el productor decide guardar estos granos en una silobolsa se aconseja no hacerlo por más de tres meses (y solo 30 días si el porcentaje de humedad es del 16% al 20%) y es excluyente asegurar la hermeticidad de la bolsa a partir del termo-sellado de cierre, el emparche correcto de todas las roturas y un muy buen llenado, que evite “dejar la bolsa floja”.
hay que realizar un monitoreo frecuente (cada 10 días) de la calidad, para observar cómo se comportan los “porotos”. Se recomienda monitorear con medidores de dióxido de carbono o calado (al menos 6 caladas por bolsa).
Si la idea es almacenar los granos en un acopio, los silos deben contar con un sistema de aireación en buen estado y hay que nivelar la superficie y dejar espacio en el techo para facilitar la ventilación de los “porotos”.
También hay que “descorazonar” el silo luego de la carga (3% de la capacidad) y utilizar en forma frecuente la ventilación (entre 8 y 10 horas por día) para bajar la temperatura de los granos y uno o dos puntos de humedad. Los monitoreos también deben ser constantes y hay que estar atentos a los olores y al estado general de los granos.
Con más de 13,5% de humedad, y sobre todo si es mayor a 16%, también hay que analizar la presencia de micotoxinas en los “porotos”, que es muy probable que tengan un alto nivel de daños por los hongos, cuando se van a extrusar para utilizarlos como insumo alimentario en las raciones de los animales. t