“Hay que discutir el país que queremos de aquí a 20 años”

Entrevista a Antonio Aracre, director general de Syngenta.

1Con el cambio de Gobierno y de reglas de juegos, ¿en qué situación está hoy la cadena agrícola argentina?

Creo que este año estamos frente a una ventana que es una gran oportunidad. Es un año de transformaciones en lo económico y político, en el que se están tratando de poner nuevas reglas de juego sobre la mesa. En ese contexto, debe estar claro que pocas cosas tienen en la Argentina ventajas comparativas y competitivas tan grandes como la cadena de la soja. Junto con Brasil y EE.UU., el país constituye la tríada que domina el negocio a nivel mundial. Sin embargo, hay muchas oportunidades que estamos desaprovechando y, en definitiva, estamos cediendo competitividad a favor de nuestros competidores.

2Parece una contradicción ser líderes globales pero al mismo tiempo estar desperdiciando oportunidades...

Pero así es. Mire... hoy el mercado legal de semilla de soja en la Argentina es de solo el 15% del total. Si fuera al revés, y el 85% fuera legal, como sucede en países vecinos, el país podría tener una gran industria de la semilla de soja, que hoy no existe. Según nuestros cálculos, habría inversiones por unos 1.000 millones de dólares en el corto plazo, y se generarían unos 100.000 puestos de trabajo.

3Esas cifras son muy atractivas. Pero, ¿de dónde surgen?

Si el negocio cambiara en el sentido que digo, los multiplicadores de cada pueblo de la Argentina, que son unos 500, deberían invertir unos 2 millones de dólares para abastecer la creciente demanda. Dinamizarían el crédito, tomarían mucho personal y generarían un enorme círculo virtuoso.

4Lindo panorama. ¿Y qué haría falta para que eso suceda?

Que se generen las condiciones para que crezca sustancialmente la inversión en ese negocio. Lo que sucede con la Ley de Semillas es clave. La inversión no se sustenta sin retorno a quienes invierten. En las condiciones actuales, es muy difícil, pero hay una enorme oportunidad para que las cosas cambien.

5Agroindustria anunció que en los próximos meses enviará un proyecto de Ley de Semillas al congreso. ¿Cómo lo ven?

No sé en qué consiste. Creo que hay que abrir el debate, que sea bien amplio, por lo que puede significar este tema para la Argentina. Deberían participar todos los sectores sociales, porque es importante que tenga consenso desde el comienzo. Lo ideal sería que no haya un proyecto oficial que luego se discute, sino que el proyecto se envíe luego de un debate amplio que permita obtener el consenso necesario.

56¿Y cuáles deberían ser las líneas centrales, para ustedes?

Debe haber un esquema simple y lógico. Que la tecnología contenida en la semilla se pague cuando se compre la bolsa y que el que quiera guardar su propia semilla para años siguientes pague por ese uso propio. No necesitamos esquemas complejos que transfieran la obligación de controlar y cobrar a los exportadores de granos. El negocio de la semilla no se sostiene si no se paga todos los años por ella.

¿Y los pequeños productores? ¿Deberían tener algún tratamiento diferente?

Creo que debería discutirse una especie de “tarifa social” o algo parecido. Lo que hace falta es una solución definitiva, porque hay que discutir la Argentina que queremos para los próximos 20 años, que aseguren su continuidad como gran potencia sojera. Este es un debate estratégico, que no debería estar circunscripto solo al agro.